Desde Mexicali, Baja California llega una noticia conmovedora. En un acto de profundo amor y generosidad, la vida de una joven de apenas 16 años se convirtió en un legado de esperanza para otras personas al donar sus órganos.
La familia de la joven, quien llega a un hospital del IMSS víctima de un accidente, decide donar sus órganos.
Gracias a ello, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California realizaron una procuración multiorgánica, en el Hospital General Regional (HGR) No. 1 de Tijuana.
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¿Quién era la joven?
La joven, identificada como Jennifer, originaria de Playas de Rosarito, la trasladaron con lesiones graves desde el Hospital General Regional No. 20 al HGR No. 1.
A pesar del esfuerzo del equipo médico por salvarla confirmaron el diagnóstico de muerte encefálica.
Frente a la pérdida repentina, su familia dio un paso que cambió el destino de otras personas: autorizaron la donación de sus órganos y tejidos con fines de trasplante.
Jennifer símbolo de generosidad
El doctor José Rey Siqueiros Valencia, coordinador hospitalario de Donación de Órganos del IMSS en Tijuana resalta el valor de la familia de Jennifer:
“Jennifer se convirtió en un símbolo de generosidad. Gracias a su familia, pudimos procurar ambos riñones, el hígado y las córneas.
”Los órganos ya fueron trasladados por equipos especializados a distintos hospitales del país, donde esperan pacientes que ahora tienen una nueva oportunidad de vida”, informó.
¿Jennifer era divertida, traviesa y generosa?
Priscila “N”, madre de Jennifer, compartió que, en medio del dolor más profundo, supo que su hija no se iría en vano.
“Mi hija era generosa, divertida, traviesa. Aunque recibir la noticia de su muerte fue lo más duro que me ha pasado, saber que ahora su corazón late en otro cuerpo, que su mirada podrá volver a ver a través de alguien más, nos da consuelo.
”Agradezco al personal del IMSS que nos acompañó con respeto y humanidad en todo momento”, expresó conmovida.
¿Qué impacto tiene la decisión de donar?
El IMSS subrayó que este tipo de decisiones tienen un impacto incalculable en la vida de otros.
Los órganos donados por Jennifer fueron asignados conforme a los protocolos establecidos por el Registro Nacional de Trasplantes del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra).
De esta manera se garantiza un proceso transparente, ético y estrictamente médico.
“Detrás de cada trasplante hay una historia de dolor, pero también una historia de amor.
”La de Jennifer y su familia nos recuerda que aún en la tragedia, se puede sembrar vida”, concluyó el doctor Siqueiros.
Llamado para informarse sobre la donación
El IMSS reitera el llamado para informarse sobre la donación de órganos y tejidos, un acto que transforma la muerte en una oportunidad para otros.
Jennifer, a sus 16 años, dejó una huella imborrable: salvó vidas y regaló esperanza.
