Lejos de la escarcha, las esferas y los símbolos importados, la Navidad en Morelos adoptó este año un rostro propio con el encendido de un árbol monumental de 12 metros decorado con piezas de arte popular, y la instalación de un Nacimiento con grandes fuguras elaboradas de cartón.
Del pino cuelgan gabanes, cuexcomates, máscaras de chinelo, jaulas tradicionales, textiles, cartonería y piezas de barro provenientes de distintas regiones del estado, como Hueyapan, Jantetelco, Cuautla, Tlayacapan, Coatetelco y Temixco, en una representación de la diversidad cultural y artesanal morelense.

De acuerdo con Lucero Arce, directora técnica de la Secretaría de Cultura del estado, esta propuesta forma parte de las acciones del Festival de Nochebuena y busca reivindicar el arte popular como eje de identidad, memoria y economía creativa, frente a la influencia de modelos culturales ajenos.

Además del gran pino navideño y el Nacimiento, se aprecian las figuras monumentales de los Reyes Magos, que en conjunto busca reforzar la identidad de los morelenses, recuperar el sentido colectivo de las celebraciones y reconocer el trabajo de los artesanos del estado
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