El presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Chiapas (CDH), AC, José Manuel Blanco Urbina afirma que México podría enfrentar una crisis migratoria severa por la llegada de miles de extranjeros indocumentados que ingresan por la frontera sur de nuestro país con Guatemala.
Añadió que además la situación empeorará por los más de 50 mil migrantes que hay en este momento Chiapas y que será aún peor cuando miles sean deportados de Estados Unidos y decidan quedarse en México.
El presidente de la CDH dijo que lo anterior se va a convertir en un caos que difícilmente se va poder resolver si no hay voluntad para hacerlo, además, porque no hay interés de las autoridades mexicanas.
Situación de los migrantes extranjeros en Chiapas
En la zona fronteriza de Chiapas hay más de 50 mil indocumentados distribuidos en varios municipios de la región que esperan el momento de avanzar para llegar a la frontera norte y buscar la forma de ingresar, de cualquier forma, a los Estados Unidos.
Sin embargo, ahora resulta casi imposible con las medidas impuestas por el presidente Donald Trump, dijo Blanco Urbina, quien añade que para los migrantes, hoy más que nunca, México no es un país seguro.
Refirió que los migrantes están indefensos sobre todo por la decisión del gobierno de Estados Unidos de suspender la aplicación para obtener citas en línea conocida como CBP One, para presentar solicitudes de asilo.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos en Chiapas señaló que entre los peligros que enfrentan los migrantes es que son presa fácil del crimen organizado, del “Cártel de Migración”; de las extorsiones, las mafias de traficantes de humanos, secuestros y demás.
Apunta que lo anterior les afecta y los deja en una situación de incertidumbre, porque, aunque viajan en caravanas, caminan por la ruta donde la violencia es extrema.
Explicó que además la suspensión de la aplicación “CBP One” provoa que los migrantes se queden en Tapachula, porque viajar a la frontera norte de México ya no les atrae -de momento-, ya que no pueden entrar a Estados Unidos.
Debido a ello, añadió que la mayoría de los migrantes están pensando regresar a sus países de origen, menos los venezolanos que aseguran “yo me quedo donde sea menos Venezuela”.
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No hay control en la frontera sur
El problema, señaló Blanco Urbina es que no hay ningún control en la frontera sur, “siempre hemos peleado que ejerza una vigilancia real y que ya no entren más extranjeros sin documentos migratorios, que cierre su frontera entre México y Guatemala, con una longitud de 871 kilómetros, que, por la falta de vigilancia, por este lado entra cualquiera”.
Citó que otro problema es la corrupción que hay en el Instituto Nacional de Migración (INM), aunque aclara que no son todos, pero la mayoría les gusta el dinero fácil, y eso lo obtienen estafando a los migrantes, un secreto a voces de las mismas autoridades que ayudan a los migrantes.
ONG señala que México debe prepararse
Agustín Figueroa Flores, presidente de la Fundación México Presente de Atención a Migrantes apunta que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, México debe prepararse ante una política migratoria dura.
“Estaríamos en riesgo de deportaciones masivas, los gobiernos federal, estatal y municipal tendrían que establecer albergues para recibir a nuestros hermanos”, agregó.
Figueroa Flores compartió que hay una máxima tensión y nerviosismo debido a la advertencia de una política migratoria dura y blindada y, por otro lado, suspensión de las solicitudes para pedir refugio, lo que provoca un gran nerviosismo a los migrantes.
¿Qué va a pasar con los migrantes mexicanos que deporten de EU?
El presidente de la ONG también habló sobre lo que va a suceder con los migrantes mexicanos que deporten de los Estados Unidos a nuestro país.
Indicó que México ha desplegado más de 2 mil 600 abogados en sus consulados para dar asistencia a los que así lo requieran.
En este sentido el activista analiza que lo ideal es que cuando un mexicano sea deportado llegué a su familia, no hay albergue que se de abasto.
“Lo ideal es que se les ayude a llegar a sus lugares de origen, pero otro escenario es que al estado (Chiapas) seguirán llegando extranjeros, no se va a detener la migración, no se frenarán las caravanas”, dijo.
Agregó que lo que no debe ocurrir es que se criminalice a la migración, el país genera empleos, pero no lo suficiente para los nuestros ni para los que llegan, aunque tiene la obligación de atender el problema migratorio, así como el tráfico de armamento.
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Se debe establecer una política migratoria humanitaria
Figueroa Flores pidió no alarmarse sino ver el problema en su justa dimensión y establecer una política migratoria humanitaria que atienda la migración internacional en México.
Añadió que no se debe violentar los derechos humanos de los migrantes que se internan en al país, en el estado, sino plantear acciones que generen un trato justo.
“Hay muchas formas de hacerlo y está en la Ley de Migración y en los tratados internacionales, hay ciudades como Tuxtla Gutiérrez que registran por ahora poca presencia de migrantes, pero en la Costa y Soconusco es mayor la movilidad”, apuntó.
También insistió en que los consulados de México en los Estados Unidos deben estar alertas para defender los derechos de nuestros connacionales.
En este punto expuso que la migración de Chiapas en la Unión Americana es grande y eso se puede medir con las remesas del 2024 que superan los 3 mil 600 millones de dólares que sirven para hacer frente a la crisis a sus familias.
Renuncian migrantes a sueño americano
Unos 400 migrantes centroamericanos con citas de la CBP One canceladas optaron por regresar a sus países de origen, luego de decepcionarse por la suspensión del servicio durante los primeros minutos de la juramentación como presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Herbert Bermúdez, administrador del albergue migrante Jesús “El Buen Pastor”, en Tapachula, donde hace un par de días fue visitado por el gobernador Eduardo Ramírez Agilar, dijo que las personas en tránsito que decidieron retornar a su país se encontraban hospedados en el albergue y ante la desesperación por las nuevas medidas migratorias de Donald Trump, dio al traste al “sueño americano”.
En el albergue “Jesús el Buen Pastor del Pobre y del Inmigrante”, registra una disminución de la población migratoria, luego de pasar de mil 800 personas en los meses pasados, hoy la cifra disminuyo a unas 700 personas, por los motivos mencionados.
Los sueños de Laura Mondragón se derrumbaron, venezolana, quien comenta con tristeza que su cita estaba programada para el 31 de enero.
“Compré boletos para mí y mis hijos por 500 dólares. Ahora hemos perdido todo, no hay reembolsos y tampoco cómo regresar a Venezuela por tierra.
Migrantes buscan salir en otra caravana
Otro grupo de migrantes se aferran a lo imposible, a pesar de quedarse varados en la frontera sur de México, con las citas CBP One ya programadas hasta el 31 de enero, aseguran que saldrán caminando al norte del país.
A este otro grupo, no les quieren entregar la Forma Migratoria Múltiple para salir en avión o en autobús por su cuenta, lo cual se venía haciendo antes que los decretos de Donald Trump.
María Guadalupe, migrantes venezolana, dijo que no les queda más remedio que salir caminando, ya que no les quieren otorgar el permiso para seguir avanzando a los Estados Unidos, a pesar de que ya tienen la cita aprobada y debían llegar a Matamoros.
Aunque no hay una fecha fija de salida de la que podría ser la última caravana, se organizan debido a la falta de la Forma Migratoria Múltiple, que les otorga 20 días para dejar el país en avión o autobús.







