Entre dolores, miradas y manos solidarias, nace un bebé en la terminal de taxis colectivos de Mérida
Un agente municipal, convertido en partero, ayuda a una joven de 19 años a dar a luz. El nacimiento ocurrió en plena vía pública.
La terminal de combis, ese hervidero de fritangas, trajín y espera, fue testigo este sábado de una escena inusual y profundamente humana. En medio del calor, los murmullos y el ir y venir de pasajeros, una joven madre de apenas 19 años rompió el ritmo urbano con el grito callado del dolor: el parto era inminente, ahí mismo, entre bancas y puestos ambulantes.
Angélica D.H. esperaba su transporte hacia Umán —municipio ubicado a 27 kilómetros de Mérida— cuando los primeros espasmos la hicieron detenerse, doblarse, morder su chal y resistir. A su alrededor, la curiosidad se mezcló con la inquietud. Hubo quienes ofrecieron ayuda, otros que sólo preguntaron. “¿Tiene seguro?”, “¿Dónde está el papá?”, “¿Y si la llevamos al O’Horán?” … Nadie sabía a ciencia cierta qué hacer.
En ese punto de incertidumbre, un llamado al 911 movilizó al agente paramédico Freddy Cih Castillo, de la Policía Municipal de Mérida. Llegó con un maletín en mano, entre el tumulto. Su rostro sereno contrastaba con la tensión que se apoderaba del lugar. Sin tiempo para traslados ni protocolos, Freddy improvisó una sala de parto en medio de la terminal. Alejó a los curiosos, pidió espacio a gritos amables y asistió a la joven madre con la calma de quien sabe que lo urgente no espera.
📍 Paramédico de la Policía Municipal atiende parto en el centro de Mérida
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— 24 Horas Yucatán (@24horasYucatan) July 6, 2025
Nacimiento en vía pública y una multitud que se detuvo a aplaudir
Minutos después, el llanto de un bebé se impuso entre el bullicio y el silencio expectante. La vida irrumpió en un lugar poco pensado, arrancando aplausos espontáneos y miradas conmovidas. Hubo quien se persignó. Otros sonrieron. La terminal se convirtió, por un momento, en paritorio y ceremonia.
La ambulancia Y-162 de la Secretaría de Seguridad Pública llegó poco después para completar la historia. Madre e hijo fueron trasladados al hospital Agustín O’Horán. Su estado de salud fue reportado como estable.
La escena quedó grabada en la memoria de quienes atestiguaron ese nacimiento inesperado. Como alguna vez dijo un expresidente, las buenas noticias también son noticia.
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