Para las festividades de la Guelaguetza, en Oaxaca, los niños de la escuela de música de la zona del basurero metropolitano de la capital del estado tocarían con el ganador del Grammy y maestro de la salsa, Rubén Blades.
De acuerdo con el titular der la Secretaría de Cultura y las Artes de Oaxaca, Flavio Sosa Villavicencio, el músico panameño está interesado en interpretar algunas melodías con los menores que hace algunos años dejaron la delincuencia callejera para tocar clarinetes y saxofones y triunfar en Francia.
Incluso, apuntó, el salsero y poeta se presentaría al lado de los niños cantores indígenas de la sierra Juárez y de la zona Mixe.
La invitación
El funcionario mencionó que se invitó a Blades, a Roberto Delgado y a la Big Band para trabajar con músicos oaxaqueños, principalmente niños, entre ellos los menores de la sierra de los valles centrales del estado, y se tocarían algunas piezas alusivas a la cultura y tradición del estado.
Indicó que se prepara un encuentro de trabajo entre los músicos de la banda con los niños de la comunidad Vicente Guerrero, aledaña al basurero municipal, para el 30 de julio, cuando estaría Blades, cuya música habla de su compromiso social.
El origen de la escuela
El funcionario recordó el origen del movimiento musical infantil de la colonia Vicente Guerrero, que surgió en momentos difíciles cuando operaba el tiradero metropolitano, pues eran cercanos a grupos criminales pero que lograron salir y salvarse gracias al trabajo pastoral del padre José Rentería, que los integró en una banda de música y a la postre, una escuela.
Mencionó que después de 20 años de su surgimiento, 40 niños y jóvenes de la banda filarmónica infantil de la escuela de iniciación musical “Santa Cecilia”, de colonia popular Renacimiento de la comunidad de Vicente Guerrero, en Zaachila, trascendió y rompió fronteras al presentarse con éxito en París, Francia, donde realizaron un magno recital.
La base de la escuela de iniciación musical infantil comenzó con 23 niños, pero actualmente cuenta con 150 integrantes que conforman tres agrupaciones, que son la banda filarmónica, la orquesta de cámara y la orquesta sinfónica, siendo esta última la que triunfó en París.
El apoyo
La escuela musical infantil se mantiene del apoyo comunitario y de diversas donaciones internacionales como la iniciativa Taschen, de Estados Unidos; de la asociación suiza “El corazón que canta”, de la piloto francesa Isabelle De Boves, del pianista Pannus Caran y la fundación Key off Change, que también apoyan una agrupación musical en Japón.
“En este último caso, se visualizó nuestra experiencia, porque nuestro proyecto surge de un ambiente violento, de pobreza de exclusión, está ayudando a construir nuevas personas, en semejanza a lo que ellos vivieron con desastres naturales como el embate de tsunami o desastres nucleares.
Y era como intentar tener dos experiencias de lo que estaba haciendo la música en distintos lugares del mundo, para potencializar el desarrollo humano en las comunidades para crear nuevas identidades”, relató el padre José Rentería, iniciador del proyecto.
Con el financiamiento de las fundaciones y patrocinadores internacionales y la cuota que aportan los padres de familia de 60 pesos semanales, se paga la planta docente de ocho maestros, algunos de ellos son voluntarios de Inglaterra y Francia.
La banda infantil tiene en su lista varias presentaciones: en sus inicios, con los llamados concierto por la paz, desde la misma zona del tiradero de basura, y después para obtener recursos para niños con cáncer o alguna discapacidad, en hospitales.
Fuera de Oaxaca, los pequeños artistas participaron en conciertos en la Ciudad de México, y recientemente en París.
Inclusivos
En la escuela de iniciación musical también se trabaja con niños sordos, con lenguaje de señas, además de tener vínculos con sectores marginados como raperos, grafiteros y hasta pepenadores de desechos.
En la banda musical hay miembros de familias con problemas de violencia intrafamiliar, hijos de padres con adicciones o con enfermedades degenerativas o en fase terminal que se les apoya con becas internacionales.
El padre José Renteria destacó que, con la banda musical infantil, los jóvenes se alejaron de las drogas, de grupos callejeros y hoy tienen grandes expectativas, son buenos estudiantes y quieren incursionar de forma profesional en la música.
La escuela de lámina
La escuela de iniciación musical infantil Santa Cecila en la colonia Renacimiento está en un terreno cedido por la comunidad, donde apenas hay tres espacios de cemento y está bardeada con láminas.
La agencia municipal de Vicente Guerrero cuenta con 18 sectores en una colonia del mismo nombre, que tiene 15 mil 910 habitantes, apenas tiene luz eléctrica; carece drenaje, agua potable o patrullajes, y son los vecinos quienes conformaron comités de autodefensa para enfrentar a la delincuencia.
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