Leonel Durante López. Corresponsal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 19 JUL (AMEXI).-Un nuevo grupo de habitantes de 180 personas del municipio indígenas de San Pedro Chenalhó, en los Altos de Chiapas se han visto en la necesidad de emigrar y abandonar sus hogares con todas sus pertenencias para ponerse a salvo junto a sus familias de la violencia, inseguridad e inestabilidad provocado por criminales armados, como “Los Herrera.
Este grupo civil armado, han tomado control de varias comunidades, colonias, ejidos y fraccionamientos en este municipio, vecino de Pantelhó, ante la presencia de elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Seguridad Pública estatal.
Son los propios habitantes de esta localidad, quienes informan la situación que vive el nuevo grupo de personas desplazadas que encontraron refugio en la colonia Esperanza, en San Pedro Chenalhó, donde ante el abandono de autoridades federales, estatales y municipales, padecen hambre y enfermedades, por lo que hicieron un llamado a funcionarios de Protección Civil para que puedan recibir apoyo alimentario.
Alertan que no solo hay ataques violentos a refugiados en Tzanembolóm, también en otras comunidades como en la colonia Esperanza, también una zona de influencia de Los Herrera, mismos que ya se sienten dueños de sus tierras porque les impiden que trabajen en ellas para sobrevivir.
Hay 180 familias desplazadas; 90 desplazadas y 90 refugiadas, por lo que la situación cada vez se torna más grave; una tierra sin ley porque ni las fuerzas del orden como el Ejército Mexicano pueden ingresar, y mucho menos el personal de Protección Civil, únicos que les llevan víveres para sobrevivir.
Todos los afectados por la violencia ejercida por los criminales armados palpan que la situación en el municipio de San Pedro Chenalhó, se agrava día a día, debido a que los refugiadas en Fracción Tzanembolóm, ninguno ha podido salir a consecuencia de los constantes disparos de armas de fuego en la zona.
Mientras tanto, un grupo interinstitucional continúa realizando recorridos en las carreteras de terracería que comunican a la cabecera municipal de San Juan Cancuc, sin embargo, los disparos de las armas de Los Herrera no cesan y los disparos se oyen muy cerca del lugar donde se encuentran. La mayoría de los pobladores se refugian en sus casas, mientras otros intentan continuar con sus labores diarias.
La violencia en Chenalhó y la difícil situación de los desplazados requiere una atención urgente por parte de las autoridades; hay esperanzas que las instancias correspondientes puedan intervenir para su rescate, pero conforme pasan los días, esa esperanza se aleja al ver la indiferencia del gobierno.