Oaxaca, Oax., 11 ago (AMEXI).- Para resguardar el polígono de la zona arqueológica de Monte Albán, se instaló un enmallado perimetral, y se inició un plan de reforestación de 50 mil árboles en 500 hectáreas para resguardar y proteger la zona de invasiones.
El gobernador Salomón Jara Cruz encabezó un ritual prehispánico para dar inicio al mega tequio, con el que se busca recuperar y preservar el área natural alrededor del polígono de las ruinas de cultura zapoteca ubicada en el cerro del jaguar.
Durante la actividad, el mandatario señaló que esta acción forma parte de los trabajos para contribuir en la mitigación de los efectos del cambio climático, así como en el cuidado del medio ambiente.
“Venimos a emprender una gran cruzada para la reforestación de este Polígono mediante una labor solidaria que forma parte de nuestra herencia ancestral, el tequio, actividad que nuestro gobierno rescató para contribuir juntos al bienestar común”, expresó.
En este sentido, informó que en las jornadas de tequio comunitario se invitó a los diferentes sectores de la sociedad para que se sumen al cuidado de los suelos, reforestan y fomentan la sana convivencia social de las personas.
Por su parte, la subsecretaria de Tequio e Inclusión para el Bienestar, Fernanda Schmidt Ruíz dio a conocer que en esta primera etapa se reforestarán 500 hectáreas que contemplan cuatro parajes de San Pedro Ixtlahuaca y uno de Santa Cruz Xoxocotlán con el objetivo de recuperar la fertilidad de esta tierra de los Valles Centrales.
“El tequio refleja la importancia de la colaboración y trabajo en equipo, por ello, esta administración la adoptó como una política pública; juntas y juntos, gobierno y población, lograremos que Monte Albán siga floreciendo”, aseguró.
En tanto, el Secretario de Fomento Agropecuario Víctor López Leyva detalló que el plan es reforestar 50 mil árboles en 500 hectáreas en una primera etapa.
Asimismo, se revisó la terminación de la instalación del mallado que protege el polígono de la zona arqueológica que tuvo una inversión de 8 millones de pesos y abarca una línea perimetral de 10 kilómetros.
La malla ofrece protección y resguardo a la zona, además de que es vigilada por presencia permanente de la policía, y la Guardia Nacional.
Respeto a la tierra
En las tareas de reforestación participaron chamanes y curanderos tradicionales que encabezaron un singular ritual para pedir permiso a la tierra para iniciar la siembra de árboles endémicos en la poligonal de Monte Albán, tales como el copal, el casahuate, el guamuchil y el pochote.
Los ritualistas advirtieron que hay que pedir permiso a la tierra para sembrar nueva vida, a la vez que se bautizaron con nombres cada una de las especies que se reforestaron para generar la simbiosis entre la raza humana y las especies vegetales.
Por ello se hizo sonar el caracol y se emuló en gruñido del jaguar, mientras que rociaban especies y quemaban el copal.