Especial
Han pasado 17 años desde el atentado terrorista del 15 de septiembre del 2008 que dejó en el Centro Histórico de Morelia un saldo de al menos 17 personas sin vida y más de 130 heridas, por lo que autoridades, víctimas sobrevivientes y familiares de los fallecidos se reunieron como cada año en un acto cívico.
Ello, a fin de recordar el acontecimiento, pero es todo, ya que no existen responsables intelectuales del primer atentado terrorista registrado en México.
En la Plaza Melchor Ocampo, a escasos metros donde detonó uno de los artefactos explosivos, se realizó el acto protocolario en encabezado por el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar; mientras alrededor se concentraron las personas que se vieron afectadas por el fatídico atentado.
Cerca de las 08:00 horas culminaron los honores a la bandera para, posteriormente, colocar la ofrenda floral sobre la placa conmemorativa que está instalada en el mismo lugar y que sirve como una manera de mantener viva la memoria colectiva a fin de no olvidar a quienes murieron en los granadazos y a quienes resultaron heridos.
Pese a que ya han pasado casi dos décadas desde lo acontecido, aún diversas víctimas continúan exigiendo justicia pues tanto la Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV) como otras instancias involucradas en el tema no se han responsabilizado respecto al caso, por lo que cada año es una exigencia de justicia que les garantice una vida digna, entre ellos víctimas con las secuelas visibles del hecho criminal.
Al acto de este 15 de septiembre también acudieron otros funcionarios del gabinete estatal y municipal, los cuales se concentraron ante un Centro Histórico que a estas horas ya se encuentra completamente blindado con el propósito de que no se replique lo de ese 2008
Granadazos: una herida que aún no cierra entre los morelianos.
El 15 de septiembre de 2008 dos granadas explotaron en el centro de la ciudad; lo que se considera el primer ataque terrorista en México.
Por tal motivo, cada año en la capital michoacana el miedo y la incertidumbre se hacen presente entre los ciudadanos, quienes recuerdan esa fecha como una de las más tristes y sangrientas que haya vivido la ciudad, y es que nadie preparó a las personas para lo que estaban a punto de vivir durante la noche de ese día, una herida profunda, más grande que la que dejaron las granadas detonadas ese día, viviría por la eternidad para recordarlo.
Lee: Por inseguridad suspenden el Grito en 4 municipios de Michoacán
El entonces gobernador del Estado, Leonel Godoy Rangel al concluir el grito de independencia y mientras tiraba de aquella campana suspendida en el balcón central de Palacio de Gobierno, escuchaba con asombro el estruendoso sonido de lo que en un principio parecía un fuego pirotécnico, sin embargo, ese espectáculo no estaba programado para ese momento.
Este que escribe estaba en el balcón del gobernador, como muchos reporteros de la fuente, cuando pese al estridente ruido de la música, se escucharon las explosiones.
Un funcionario se acercó al gobernador Leonel Godoy y le susurro al oido el hecho. Pálido Leonel Godoy y varios funcionarios y periodistas bajamos a la icónica Avenida Madero y vimos el trágico cuadro, lleno de muertos y cuerpos mutilados.
La primera de las granadas caía en la plaza Melchor Ocampo en pleno centro de la capital michoacana; dolor, gritos, sangre y mucho temor es lo que pocos recuerdan de aquel día, una estampida humana corría por la calle Allende, Morelos Norte y Sur, Valladolid, García Obeso, Corregidora, Hidalgo, por mencionar algunas.
Mientras que la segunda granada, con pocos minutos de diferencia, se hacía presente entre la calle Andrés Quintana Roo esquina con avenida Madero, en donde de nueva cuenta, aquel sonido estruendoso, provocaba pánico y caos entre los morelianos que pasaban por el lugar para poner a salvo.
Aunque no se tuvo nunca una cifra oficial, sólo estimado se supo que aquella noche, al menos ocho personas murieron en el instante tras recibir los fragmentos de aquellas granadas y poco más de 100 personas, resultaron con heridas, mismas que hasta la actualidad les siguen recordando aquella noche; los autores intelectuales del ataque, siguen sin ser identificados.
Y es que aquella trágica noche se hubiera podido evitar, de acuerdo con algunos periodistas, el Gobierno Estatal en ese momento a cargo de un perfil emanado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya contaba con las “amenazas” de que ocurriría una tragedia, aunque era el propio mandatario estatal quien horas después del incidente negaría dicha versión.
Pero, hace apenas unos días en este 2025, se compartieron a través de grupos de WhatsApp, los documentos en donde el coordinador del 098 “denuncia anónima” en aquel año, José Guadalupe Flores Anguiano anunciaba al estado, una denuncia en donde refiere un posible “atentado”.
Adjunto a la presente en sobre cerrado, denuncia anónima registrada en el sistema bajo la numeración 10596 recibida el día 12 de septiembre del año en curso a 13:32 horas en 089 relativa a “posibles atentados el día 15 de Septiembre” misma que hago llegar en forma impresa y copia de fax enviado del 066 de Lázaro Cárdenas. Sin más quedo a sus órdenes.
José Guadalupe Flores Anguiano, coordinador del 098 “denuncia ciudadana” en 2008
Sin embargo, no fue la única instancia que anunciaba la tragedia que se avecinaba para el estado, ya que también el director del C4 en Michoacán, Luis Mendoza Valencia advertía que desde el 1 de septiembre de ese mismo año, se había hecho llegar la misma denuncia
Para su conocimiento y atención conducente hago llegar a usted en sobre cerrado Denuncia Anónima recibida en el sistema 089, una con fecha 01 de septiembre y la otra del 08 del presente. La primera acompañada de un disco con archivo de correspondiente a los folios 10422 y 10536. Sin otro particular hago propicia la ocasión para saludarle.
Luis Mendoza Valencia, director del C4 Michoacán. en 2008.
A 17 años del hecho, con una estrategia de seguridad no sólo por parte del Ayuntamiento de Morelia, el Gobierno Estatal y Federal, para frenar y evitar que se vuelva a repetir una situación de éstas, los morelianos aún cuentan con mucho miedo de asistir a estos eventos masivos que se organizan en el centro de la ciudad.
Iván Rangel, quien es originario de la Ciudad de México y quien contaba con poco más de tres años viviendo en la capital michoacana para el 2008, recuerda cómo esa noche, su madre y sus hermanas, decidieron acudir al grito para celebrar ese día la independencia del país, por lo que tuvieron que caminar por la calle Guillermo Prieto para bordear toda la multitud de personas y tener un espacio en plaza de Armas.
Al momento de llegar a su destino, estuvo unos minutos platicando con su mamá y hermanas, con el fin de ponerse de acuerdo para ver qué es lo que iban a hacer durante la noche de ese lunes 15 de septiembre, sin embargo, no se llegaba a acuerdos puntuales con la familia, por lo que permanecieron en el lugar hasta determinar un lugar a donde dirigirse.
Lee: Toluca se prepara para el Grito de Independencia
Sin embargo, ese plan no llegaría ya que comenzaron a ver a la gente caminar por diversos puntos y la ambulancias caminar hacia el primer cuadro pero el miedo no los invadió sólo la curiosidad de lo que estaba pasando; al no tener respuestas puntuales sobre el hecho, optaron por comenzar a caminar hacia Galeana donde se verían con su padre, quien había visto a personas con sangre.
Mi familia no sabía lo que pasaba y lo único que hicimos fue comenzar a retirarnos lo más pronto posible del centro de la ciudad, no recuerdo muy bien, pero creo que regresamos por Guillermo Prieto para irnos de regreso a casa o no recuerdo bien
Ivan Rangel, ciudadano.
