En esta ciudad de Río de Janeiro, Brasil, en cuya imagen popular predominan las escuelas de samba, el Carnaval de Río, el fútbol y su emblemático estadio Maracaná, pocos visitantes saben que su biblioteca antigua fue colocada en 2014 por la Revista Time en cuarto lugar entre las más bellas del mundo.
Se trata del Real Gabinete Portugués de Lectura de esta ciudad, que dispone de 350 mil libros para el conocimiento y libertad de pensamiento de sus lectores. Las bibliotecas son “el arsenal listo para dinamitar el autoritarismo y la estupidez”, anotó el escritor argentino Reynaldo Sietecase.
Por su acervo y arquitectura, el edificio es orgullo de grandes escritores de lengua portuguesa como José Saramago, Fernando Pessoa y Machado de Assis, así como de los escritores brasileños Clarice Lispector y Jorge Amado, y es hoy, mañana y siempre imprescindible para los amantes de los libros y la lectura.
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Ubicado en el centro histórico de esta cosmopolita ciudad brasileña, el centro librero sorprende al visitante por su amplio contenido de todos los géneros, mapas, enciclopedias y publicaciones incorporados en sus libreros desde su fundación y apertura en poco menos de dos siglos.
La biblioteca Real Gabinete de Lectura Portugués, fu fundada en 1837
El Real Gabinete de Lectura Portugués fue fundado en 1837 por un grupo de 43 inmigrantes letrados que decidieron formar una biblioteca para ampliar sus conocimientos. El actual edificio data de la década de 1880, 20 años después fue abierta al público.
Tocante a la arquitectura, la fachada de la biblioteca está inspirada en el Monasterio de los Jerónimos de Belém y fue traída desde Lisboa en barco. La portada y la araña de hierro en el techo interior con sus coloridos vitrales, así como las escaleras de metal y de madera son de gran atractivo visual.
Ubicado en una angosta calle empedrada, la Luís de Camoes, considerado el mayor poeta de lengua portuguesa, el edificio es blanco, de mármoles trabajado, con una puerta central de rejas custodiada por estatuas.
El conjunto tiene reminiscencias del barroco, aunque para otros es una copia del Monasterio de los Jerónimos de Belém, en Portugal, y que su estilo se llama neomanuelino. Al ingresar, los visitantes se quedan boquiabiertos.
La Real Gabinete concentra el conocimiento, el pensamiento y legado de grandes exponentes de la lengua portuguesa
De su acervo resaltan obras raras, como una copia de la edición original de Los Lusíadas de Luís de Camoes de 1572, el busto de Pedro Álvares Cabral, comandante militar, navegante y explorador portugués, y un retrato de Francisco Gomes da Costa, presidente de Portugal.
La biblioteca es representativa de la lengua portuguesa, ya que concentra el conocimiento, el pensamiento y legado de grandes exponentes de ese idioma como Machado de Assis, considerado el mayor escritor brasileño, la narradora Clarice Lispector y el novelista Jorge Amado.
También resguarda pinturas de José Malhoa, Carlos Reis, Oswaldo Teixeira, Eduardo Malta y Henrique Medina. Cada día recibe, apenas en promedio, unos 150 visitantes, un número nada comparable con el (cristo) Redentor, por ejemplo, que recibe a unas cinco mil personas a diario.
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Además del Real Gabinete Portugués de Lectura en Río de Janeiro, también destacan en el decálogo de las más vistas el de Bodleian Library, Inglaterra, una de las más importantes de Europa; la Biblioteca Hachioji de la Universidad de Arte Tama, Japón, por su estilo contemporáneo.
Entre otras bibliotecas más vistas destacan la de Salamanca, España; la Biblioteca Nacional de Francia y la Biblioteca de la Universidad de Yale, EU
También figuran la Biblioteca Nacional Clementinum, República Checa, conocida como «la perla barroca de Praga”; La Biblioteca Stuttgart, Alemania; Librería Lello, Portugal y Biblioteca del Congreso, Washington D.C., EE. UU, una de las grandes del mundo.
Asimismo, la Biblioteca de la Universidad de Salamanca, España, conocida por su belleza renacentista; la Biblioteca Nacional de Francia, de impresionante conjunto arquitectónico, y la Biblioteca de la Universidad de Yale, EE. UU, famosa por su diseño arquitectónico y su amplia colección de libros raros.