En los primeros minutos de este jueves 2 de enero de 2025 salió del municipio fronterizo de Tapachula, Chiapas, la primera caravana migrante del año, con cerca de 2 mil extranjeros, rumbo a la frontera norte del país.
Más que una caravana, es una carrera contra el tiempo, pues los migrantes intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos antes del 20 de enero, cuando llega a la Casa Blanca Donald Trump, quien amaga con deportaciones masivas a partir de dicha fecha.
Los migrantes se reunieron en el Parque Bicentenario y emprendieron la caminata rumbo a Estados Unidos de América (EUA) por los municipios costeros, con la finalidad de avanzar lo más posible para evitar las altas temperaturas.
De acuerdo con activistas, la primera caravana migrante del año está integrada por personas que han estado varadas entre dos y tres meses en esta ciudad fronteriza del sur de México.
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Llaman a Sheinbaum a permitir el libre paso
El director de la organización civil Centro de Dignificación Humana (CDH), Luis Rey García Villagrán, hizo un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que permita que la primera caravana migrante avance a la frontera norte, ya que México es un país de libre tránsito.
Expuso que, sin duda, la máxima preocupación son las amenazas por las anunciadas medidas que prometió el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de deportaciones masivas y restricciones a las solicitudes de asilo.
“Consideramos que después de esas deportaciones masivas tiene que haber un acuerdo entre el gobierno de México y de los Estados Unidos para que se establezcan políticas humanitarias”, apuntó.
En tanto, elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) continúan con sus operaciones de control de las caravanas migrantes, por lo que se mantienen las acciones de evitar que estos grupos salgan de territorio chiapaneco.

“Que Dios nos cuide”
En la caravana se congregaron personas de distintos países, como César Eduardo Milano, de Venezuela, quien comentó que ya había intentado avanzar, pero sujetos desconocidos lo bajaron de un autobús y lo despojaron de sus pertenencias.
Por eso regresó a Tapachula y se unió al contingente. “Tomé la opción de ir en grupo para que Dios nos cuide y nos guarde, porque es la única forma en la que uno puede subir”.
También comentó que no confía en los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), pues ya lo detuvieron dos veces y estuvo “preso en condiciones deprimentes”.
Por su parte, la venezolana Erika Murcia dijo que se unió al grupo porque las autoridades no les otorgan un permiso para viajar en autobús.
La opción es llegar a los Estados Unidos y trabajar, ser productiva a la sociedad, las personas que deben tener miedo son las personas que tienen algún pasado criminal, uno va a trabajar, uno es profesional y, lamentablemente, en nuestros países no tenemos la oportunidad de subir profesionalmente.
El INM atiende a más de 300 migrantes con citas programadas
Pocos días antes de que terminara el año, las oficinas del INM en Tapachula seguían recibiendo a cientos de migrantes que buscan asegurar un lugar en los autobuses que los llevarán hacia la frontera norte de México antes del 20 de enero de 2025.
La llegada masiva responde a la urgencia de avanzar hacia los Estados Unidos antes de posibles cambios en las políticas migratorias tras la toma de posesión de Donald Trump el próximo 20 de enero.
Ya en enero de este año, autoridades del INM atendieron a más de 300 personas, entre ellas aquellos que ya tienen citas programadas para el 11 de enero de 2025 y otras rezagadas que buscan regularizar su situación.
Ulises Machado, un migrante originario de Venezuela, comentó que confían en que podrán cruzar la frontera antes de la llegada de Trump, quien ha mostrado una postura estricta contra la migración irregular.
“Estamos haciendo un procedimiento legal. Nuestra cita es antes de su llegada, y queremos estar dentro de lo permitido por la ley, ya que de lo contrario perderíamos esa oportunidad”, expresó Machado.
Añadió que el temor por las posibles restricciones migratorias y las deportaciones masivas ha incrementado la prisa de los migrantes por llegar al país norteamericano.
“Todos los que ya tenemos cita estamos desesperados por llegar antes del 20 de enero, porque nadie sabe qué va a pasar después”, mencionó Gustavo Henrique, otro migrante preocupado por el poco tiempo que queda para la llegada del nuevo gobierno estadunidense.
Explicó que algunos acuden para obtener permisos o confirmar sus citas, mientras que otros buscan específicamente los autobuses ofrecidos por las autoridades para continuar su camino hacia los puertos de entrada a Estados Unidos.







