Mérida, Yuc., 16 ago. (AMEXI).- Yucatán es uno de los siete estados del país que aplican instrumentos legales y fiscales para reducir las emisiones contaminantes de la industria, mediante controles más estrictos.
Además de Yucatán, informaron especialistas de Plataforma Mexicana de Carbono México2 figuran Durango, Estado de México, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas que han desarrollado de 2017 a 2023 mecanismos fiscales para bajar los niveles de carbono al medio ambiente.
Colima y Tamaulipas ya presentaron a sus respectivos congresos sendas iniciativas al respecto; mientras que otras entidades están en vías de implementación o son nulos los marcos legales, a fin de solucionar este problema.
En un estudio denominado “Impuestos al carbono en México: desarrollo y tendencias” actualizado a noviembre de 2023, los analistas refieren que la disminución de las emanaciones de carbono en esos estados están a la par de la sustentabilidad que distingue a otras ciudades del mundo.
Eduardo Piquero, director general de México2, promotor del estudio, dijo que “el liderazgo” de gobiernos estatales es esencial para reducir emisiones y enviar un claro mensaje a los grandes emisores de gases de efecto invernadero.
“México necesita seguir el camino de California, Quebec, Nueva York, Nuevo México, Washington y el resto de las entidades subnacionales de Estados Unidos y Canadá”, destacó el experto en temas sustentables, quien presentó el estudio durante el México Carbón Forum 2024, realizado esta semana en Guanajuato.
El estudio refiere que la Secretaría de Desarrollo Sustentable del gobierno del estado de Yucatán desempeña un papel crucial en el ámbito medioambiental, ya que actúa como el medio de control, vigilancia y seguimiento encargado de garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales relacionadas con el impuesto.
La función de la dependencia es supervisar y asegurarse de que las empresas y entidades sujetas al impuesto estén cumpliendo con las regulaciones ambientales vigentes y adoptando medidas adecuadas para reducir sus emisiones de carbono, así como la instrumentación de política secundaria relacionada con el gravamen.
Para el cumplimiento del impuesto al carbono, los contribuyentes deberán registrar en un Libro de Registro las emisiones contaminantes para rastrear la cantidad y el tipo de combustibles utilizados en sus industrias, composición química, materias primas consumidas o producidas, y el cálculo de las emisiones de GEI generadas hacia la atmósfera.
Al igual que en Querétaro, el diseño del impuesto al carbono de Yucatán incluyó la posibilidad de deducir la base gravable a través de una serie de estímulos fiscales presentados a comienzos de 2022.
