Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 sep. (AMEXI).- La violencia en los últimos días se ha recrudecido en los municipios de la Sierra de Chiapas y aunque el regreso a clases en escuelas de los niveles básico y medio superior es paulatina, lejos está que en un corto tiempo se regularice.
Hay dos mil centros de enseñanza en los municipios de Frontera Comalapa, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Motozintla, Siltepec, La Grandeza, El Porvenir, Chicomuselo, La Concordia, entre otros, que no iniciaron el ciclo escolar el pasado 26 de agosto por la alta peligrosidad que generan las bandas criminales que operan en esa región.
Coordinadores del magisterio de la región Costa Grande del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) calculan que solo 40 de las dos mil escuelas iniciaron el ciclo escolar, pero de manera intermitente, es decir, solamente algunos días a la semana.
Temen que secuestren a los alumnos y los obliguen a delinquir
Son escuelas del nivel básico de los municipios de Motozintla y Mazapa de Madero las que han iniciado actividades porque la violencia ha dado tregua; no así en las instituciones del nivel medio superior, por el temor a que los delincuentes tomen a los alumnos como rehenes y posteriormente los incorporen a sus actividades criminales.
Los maestros que se atreven a denunciar las actividades de los criminales piden ocultar sus nombres, por temor a sufrir represalias.
Advierten que ante las condiciones de inseguridad, directivos y profesores acordaron con los padres de familia que en caso de cualquier agresión o situación violenta, suspenderán nuevamente las actividades escolares.
En primer lugar, señalan, no se puede poner en riesgo a los alumnos, además de que deben proteger la integridad de la comunidad estudiantil, de los padres de familia y maestros.
Hay terror en la población, nadie se quiere arriesgar
La violencia y la inseguridad para los civiles tienen aterrorizada a la población. Nadie se quiere arriesgar, nadie se quiere exponer a ser las próximas víctimas de los cárteles de la droga, porque saben lo letales que son.
Los habitantes de muchos municipios viven en medio de una guerra que no provocaron los lugareños. Y ese terror incluye a los centros educativos, donde de manera intermitente se imparten clases siempre y cuando no se registren incidentes.
Existe el temor entre el magisterio para denunciar la violencia, por las constantes amenazas que reciben muchos maestros de grupos delincuenciales, dijeron.
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