Por Adriana Juárez
Ciudad de México, 1 may. (AMEXI).- En un proyecto internacional liderado por la cooperación internacional de Ensamble de Galaxias con Anatomía Resuelta (AGORA, por sus siglas en inglés), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) colaboró con el equipo internacional de científicos para reducir errores al momento de simular la formación de galaxias.
El investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la máxima casa de estudios, Héctor Manuel Velázquez, aseguró que emplear estas herramientas permite a los científicos acelerar descubrimientos, puesto que no se podrían efectuar debido a que la longevidad de las galaxias supera la escala de vida humana.
Mencionó que las máquinas mexicanas que participaron en esta estrategia fueron las supercomputadoras tipo clúster Miztli, Atocatl y Tochtli, capaces de trabajar al mismo tiempo y de forma coordinada, como si se tratara de una sola.
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“La cooperación internacional AGORA tiene como objetivo llevar a cabo un proyecto de comparación entre los códigos más importantes para seguir la formación de galaxias dentro de la estructura a gran escala del universo”, mencionó Velázquez, único científico mexicano que participa en el proyecto y que realizó varias de las reproducciones.
El investigador destacó que esta colaboración ha ayudado a la comunidad científica a mejorar los códigos numéricos, lo que facilita el encontrar y corregir errores.
Esto da como resultado una mejor comprensión de los parámetros en cada código y de esta manera, se controlan los procesos astrofísicos y se descifra la maravillosa y espectacular formación de galaxias, apuntó.
¿De qué están hechas las galaxias?
Las galaxias son resultado de complejos procesos de compresión de gas, polvo y radiación de estrellas. Sin embargo, interpretar las observaciones de forma detallada requiere de las supercomputadoras, las cuales analizan detalladamente la complejidad de la información recopilada.
Herramientas como el Telescopio Espacial James Webb ha ayudado a los científicos a tener evidencia de galaxias bien desarrolladas desde el inicio de la evolución del universo, a pesar del conflicto que genera con los cálculos teóricos.
Por ello, una de las dificultades que atormentan a los astrofísicos es explicar cómo se formaron a partir del Big Bang y hasta la actualidad. Esa incertidumbre se traslada a los códigos computacionales y a través de dicha información es que se recrea la formación de las estrellas, sus explosiones, el movimiento del gas, la materia oscura y las estrellas mismas.
Por ello, es tan importante la participación de México en dicho proyecto, pues hay pocos investigadores y estudiantes aportando a estos estudios respuestas tangibles.
“La contribución de México a la realización y calibración de estas simulaciones que ayudan a consolidar el entendimiento de fenómenos en las galaxias sería mayor si hubiera más personas, en especial jóvenes, trabajando en este tipo de proyectos”, finalizó Valenzuela Tijerino.