A dos años de la matanza del 7 de octubre de 2023, Israel vive un proceso de redefinición política, militar y social, marcado por lo que su gobierno considera el ataque más sangriento de su historia moderna, intenta reconstruir su seguridad y restaurar la confianza entre ciudadanos e instituciones.
Yinam Cohen, jefe de la Oficina para América Latina y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, en conversación con periodistas mexicanos, sostuvo que el Estado israelí atraviesa “una etapa de optimismo prudente” y que “la prioridad nacional sigue siendo garantizar el futuro del pueblo judío”.
“El 7 de octubre fue el día más horrible en la historia moderna de Israel, con más de mil 200 personas fueron asesinadas y cientos secuestradas. Ese ataque rompió el pacto básico entre los ciudadanos y su gobierno: la confianza en que el Estado puede proteger su vida y su seguridad”, expresó Cohen.
El diplomático recordó que Israel se retiró completamente de la Franja de Gaza en 2005, con la esperanza de dejar el territorio en manos de un gobierno palestino.
“Nuestra expectativa era la creación de una entidad independiente que conviviera en paz. Sin embargo, desde 2007 Hamás tomó el control total del enclave e impuso un régimen que no reconoce la existencia del Estado de Israel y que está designado como organización terrorista por la mayoría de las democracias occidentales”, explicó.
Un proceso de reconstrucción
Cohen detalló que, tras dos años de conflicto, Israel logró alcanzar un alto al fuego impulsado por la administración estadunidense y que se ha concretado el regreso de los rehenes, tanto vivos como los cuerpos de quienes fueron asesinados mientras estaban bajo control del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
“Estamos en el primer paso de un acuerdo que incluye el desarme de Hamás, la creación de un régimen temporal en Gaza con la participación de algunos países árabes y el acompañamiento de potencias occidentales”, indicó.
El diplomático mencionó que este proceso está siendo observado de cerca por Estados Unidos, que mantiene una presencia civil permanente junto a la frontera entre Israel y la Franja de Gaza.
“No se trata de una base militar, sino de una misión de supervisión que busca asegurar el cumplimiento del cese al fuego y los próximos pasos hacia la reconstrucción”, afirmó. Yinam Cohen.
Derrotar la ideología del odio
Según Cohen, el objetivo final de Israel es que “la Franja de Gaza tenga un futuro diferente, sin Hamás, sin armas, con un gobierno palestino que busque mejorar la vida de su población”.
“Queremos un futuro en el que cada madre palestina y cada niño israelí vivan sin miedo. Un futuro enfocado en la reconstrucción, no en la próxima guerra”, señaló.
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Para Cohen, el desafío no es únicamente militar. “La misión más larga y difícil será derrotar la ideología del odio que ha sido inculcada durante generaciones en los niños palestinos”.
Comparó el proceso con el que siguieron los aliados tras la Segunda Guerra Mundial: “No bastó con derrotar al nazismo en el campo de batalla, fue necesario erradicar su ideología. Ese es el reto que enfrentamos hoy con Hamás”.

El papel de los países árabes
El funcionario israelí destacó que varios países de la región, entre ellos Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, han mostrado disposición para participar en la reconstrucción política y económica de Gaza.
“Aunque no tenemos relaciones diplomáticas formales con Arabia Saudita, hay canales de comunicación abiertos y disposición para cooperar. La estabilidad de Gaza es un interés compartido”, afirmó.
Cohen también recordó que el acercamiento entre Israel y Arabia Saudita estuvo a punto de concretarse antes del ataque del 7 de octubre de 2023.
“Ese era el eje central de nuestra política exterior. Hamás buscó destruir esa esperanza de paz. Pero hoy, dos años después, estamos otra vez hablando con nuestros vecinos y avanzando hacia esa meta”.
Optimismo prudente en un Israel diferente
El diplomático describió el momento actual de Israel como uno de “optimismo prudente”:
“Tenemos una visión ambiciosa, pero somos conscientes de los desafíos. Conocemos la región, sus tensiones y sus riesgos. Sin embargo, creemos que estamos más cerca que nunca de transformar no solo Gaza, sino todo el Oriente Medio”.
Añadió que el proceso de paz y reconstrucción cuenta con respaldo tanto de los políticos demócratas como de los republicanos en Estados Unidos, lo que lo convierte en una de las pocas políticas bipartidistas vigentes.
“Eso es muy significativo: hay un consenso en Washington de que ampliar los Acuerdos de Abraham (promovido por el gobierno de Donald Trump y que pretende la normalización de las relaciones diplomáticas entre Israel y naciones árabes). Consolidar la paz con el mundo árabe es vital para la estabilidad global”, dijo.
Para cerrar, el jefe de la Oficina para América Latina y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel reflexionó sobre los dos años transcurridos desde el ataque ocurrido en octubre de 2023:
“Hay un Israel antes y después de ese día. El país de hoy es más consciente, más fuerte, más unido y más decidido a proteger su existencia. Pero también es un Israel que mira al futuro con esperanza, buscando un Oriente Medio distinto, donde la convivencia y la paz sean posibles.”
Por último, el diplomático resumió el sentimiento nacional: “Después de tanto dolor, estamos empezando de nuevo”.
* Carlos Lara Moreno / Enviado Especial a Jerusalén, Israel.







