Los gobiernos de Sri Lanka, Indonesia, Tailandia e India confirmaron, hasta el momento, la muerte de mil 300 personas, en conjunto, mientras que al menos 8.4 millones de habitantes de esas naciones en Asia resultaron damnificadas, con cientos de miles de desplazados y comunidades enteras bajo el agua por el paso de ciclones tropicales y lluvias monzónicas, en los últimos días.
A decir de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las lluvias récord se deben a una combinación de fenómenos naturales extremos, exacerbados por la crisis climática, lo que incrementa el riesgo de desastres recurrentes.
En Sri Lanka, el Centro de Gestión de Desastres informó más de 4079víctimas mortales y 1.5 millones de afectados. Indonesia reportó 750 muertos y más de 3.8 millones de damnificados, mientras Tailandia confirmó 181 fallecidos y medio millón de desplazados.
En India, el Ministerio del Interior contabilizó más de 120 muertos y 200 mil desalojados en las provincias sureñas de Kerala y Tamil Nadu. También hay afectaciones diversas en Malasia, Filipinas y Vietnam.
«La región de Asia y el Pacífico se enfrenta a la actividad ciclónica tropical más intensa y frecuente del mundo. Lluvias récord, mareas de tempestad e inundaciones desplazan a millones de personas y causan miles de millones de dólares en pérdidas económicas”, declaró la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, en un discurso por video dirigido al Comité de Tifones.
“Ninguna institución ni país puede afrontar por sí solo los desafíos de los tifones y los fenómenos climáticos extremos», añadió a los asistentes al taller integrado de ese comité, reunidos esta semana en Macao, China.
Crisis humanitaria en Asia, pero más en Sri Lanka
El gobierno de Sri Lanka confirmó más de 479 muertos, 356 desaparecidos y casi 202 mil desplazados, muchos de ellos en alguno de los mil 385 refugios temporales instalados por el Estado, tras las inundaciones provocadas por lluvias monzónicas y el paso del ciclón Ditwah.
El Centro de Gestión de Desastres (DMC, por su sigla en inglés) informó que más de un millón 586 mil personas resultaron afectadas y más de 600 mil fueron desalojadas de sus hogares. , tras inundaciones y deslizamientos en 22 de los 25 distritos del país.
El presidente Ranil Wickremesinghe declaró estado de emergencia nacional y pidió apoyo inmediato al Sistema de Naciones Unidas y países aliados. “La escala del desastre supera nuestras capacidades”, admitió un portavoz oficial, al hablar sobre la solicitud de cooperación extranjera.
“La prioridad es garantizar agua potable y atención médica básica”, señaló el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advirtió sobre el riesgo de brotes de enfermedades transmitidas por el agua contaminada en zonas rurales.
Equipos de rescate continúan trabajando en áreas aisladas, , el gobierno de India desplegó un avión C-17 con un hospital de campaña y 73 personas de apoyo médico, mientras el Programa Mundial de Alimentos distribuye raciones de emergencia.

La magnitud del desastre supera la capacidad de respuesta de Indonesia
Indonesia reportó más de 750 muertos y un millar de desaparecidos en la isla de Sumatra (provincias de Sumatra Norte, Sumatra Occidental y Aceh) y otras regiones afectadas por el paso del ciclón tropical Seymar.
La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (Badan Nasional Penanggulangan Bencana, BNPB) indicó que 3.8 millones de personas sufrieron daños directos y más de un millón tuvieron que abandonar sus hogares e incluso comunidades, por las inundaciones y aludes. Los daños incluyen puentes colapsados, carreteras bloquearas y comunidades aisladas.
El mandatario de Indonesia, Joko Widodo, envió barcos-hospital y navíos de guerra con productos básicos; además desplegó tropas, helicópteros y lanchas para llegar a zonas donde las lluvias impiden el tránsito, con el fin de apoyar en rescates y reconstrucción.
El Ministerio de Asuntos Exteriores solicitó ayuda internacional y destacó que “la magnitud del desastre supera la capacidad nacional de respuesta”. “El desastre es extenso y necesitamos acelerar la logística para alcanzar a las comunidades aisladas”, añadió otro funcionario.
En respuesta, la Unión Europea y Japón enviaron equipos de asistencia y suministros médicos, al tiempo que la ONU coordina un puente aéreo humanitario hacia las zonas más devastadas.
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Alerta máxima en Tailandia, que pide “apoyo sostenido”
Tailandia reportó 181 muertos y más de 500 mil damnificados, así como miles de viviendas destruidas y decenas de miles de personas desalojadas, según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres.
Las autoridades evacuaron comunidades enteras en Hat Yai y Songkhla ,donde las aguas destruyeron cientos de viviendas y escuelas. También distribuyen ayuda, otorgan compensaciones y suspendieron servicios en zonas vulnerables. Aunque las autoridades locales movilizaron equipos de rescate, en muchas comunidades rurales la situación es grave.
El primer ministro Srettha Thavisin declaró alerta máxima y, como sus vecinos, también pidió la cooperación internacional. Uno de los primeros en responde fue el Banco Asiático de Desarrollo, que anunció fondos de emergencia para reparar infraestructura crítica.
“Necesitamos apoyo sostenido para atender a las familias desplazadas”, afirmó la presidenta de la Cruz Roja Tailandesa, tras informar que ese organismo ya distribuye alimentos y paquetes de higiene en refugios temporales.
Las autoridades costeras activaron alertas de evacuación y desplegaron equipos de salvamento y evacuación. Sin embargo, hasta el momento no se han publicado cifras oficiales de muertos o desaparecidos debido a que el fenómeno todavía se desplaza sobre el mar, y la prioridad sigue siendo proteger a las poblaciones vulnerables y abastecer refugios temporales.

India, Malasia, Vietnam, Filipinas, también países afectados
Tras su paso por Sri Lanka, el ciclón Ditwah reintensificó su fuerza sobre el golfo de Bengala y afectó la costa sureste de India, especialmente Kerala, Tamil Nadu y Pondicherry, donde suman más de 120 los fallecidos, reportó el Ministerio del Interior.
Según datos preliminares del servicio meteorológico regional, la lluvias torrenciales provocaron crecidas de ríos y cortes de energía en varias localidades costeras, lo cual obligó a 200 mil individuos a desplazarse a otras zonas.
“La prioridad es salvar vidas y restablecer servicios básicos”, declaró en un mensaje el primer ministro indio, Narendra Modi, cuyo gobierno activó el Fondo Nacional de Socorro y envió brigadas de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres.
Malasia reportó solo dos muertos, pero 18 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares, en tanto que Vietnam reportó casi un centenar de fallecidos; ambos países debieron evacuar miles de comunidades y sufren graves daños en las cosechas. Este jueves, además, Vietnam se prepara para el impacto de la tormenta Koto, después de cruzar Filipinas.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) convocó a una reunión extraordinaria para coordinar ayuda regional.
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