Roma, 17 Jun (Amexi).- El menos 11 fallecidos y decenas de desaparecidos es el saldo de dos naufragios de embarcaciones con migrantes, ocurridos en aguas del Mar Mediterráneo en las últimas horas.
En el primer caso, un velero naufragó cerca de la costa de Calabria, sur de Italia. A bordo iban familias enteras de inmigrantes que huían de Afganistán, de acuerdo con la prensa italiana, que reporta más de 50 desaparecidos.
La Guardia Costera italiana envió al lugar dos barcos mercantes que se encontraban navegando cerca, un avión ATR42 y dos patrulleras para el rescate de las víctimas.
Doce de los náufragos fueron rescatados en un barco francés mercante y trasladados en la patrullera de la Guardia Costera al puerto de Roccella Jonica. Uno de los inmigrantes murió inmediatamente después de llegar al puerto.
Los supervivientes recibieron atención médica por un equipo de Médicos Sin Fronteras. Entre los supervivientes hay una mujer embarazada, que fue trasladada en helicóptero por su condición y gravedad.
Según los sobrevivientes, el naufragio se dió despues de que el motor de la embarcación se incendiara.
La Guardia Costera continúa la busqueda de las personas desaparecidas, sin embargo, hasta el momento no se ha recuperado ninguna.
Este lunes además, se dio a conocer otro naufragio en el Mediterráneo, en el cual otros 10 migrantes fallecieron después de que su patera se inundara.
Las 51 personas restantes que viajaban con ellos desde las costas de Túnez, han sido rescatadas por el barco Nadir de la ONG alemana RESQSHIP y ya se encuentran recibiendo atención medica.
Due naufragi di migranti in poche ore nel Mediterraneo, il primo in Calabria e il secondo a sud di Lampedusa. 26 bambini tra i dispersi in mare, drammatico il racconto dei sopravvissuti pic.twitter.com/RjESd5aRVB
— Tg3 (@Tg3web) June 17, 2024
Las agencias de la ONU, ACNUR, OIM y UNICEF, firmaron una nota conjunta en la que reprenden duramente a Europa por la falta de un sistema eficaz de salvamento en el mar.
«Cada naufragio representa un fracaso colectivo, un signo tangible de la incapacidad de los Estados para proteger a las personas más vulnerables», sentenciaron.