El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos, que hoy entra en su sexta semana, comienza a generar afectaciones directas en la economía mexicana, y aunque la frontera no está cerrada, la ralentización de los procesos aduaneros y la suspensión de trámites migratorios clave ya impactan la logística comercial y el flujo de trabajadores.
La parálisis administrativa en Washington es un problema interno de Estados Unidos, pero sus efectos se sienten fuertemente en México como su principal socio comercial.
¿Por qué está «cerrado» el gobierno de Estados Unidos?
El gobierno de Estados Unidos, como una entidad que no puede gastar un solo dólar sin el permiso de su Congreso (cámaras de Diputados y Senadores), que es el presupuesto, una ley que se debe aprobar cada año.
El problema actual es una disputa política:
- Falta de acuerdo: Los dos partidos principales, Demócratas y Republicanos, no logran ponerse de acuerdo sobre cómo gastar el dinero. El principal punto de conflicto son los fondos destinados a programas federales de salud.
 - Parálisis legal: Cuando el presupuesto no se aprueba, la ley estadounidense obliga al gobierno a «cerrar».
 - ¿Qué significa «cerrar»? No es que el país se apague. Significa que se suspenden todos los servicios «no esenciales» (como parques nacionales, oficinas administrativas, pagos de ayudas sociales) y cientos de miles de empleados dejan de recibir su sueldo.
 - Servicios «esenciales»: Los servicios vitales, como la seguridad fronteriza, el control aéreo o el ejército, deben seguir trabajando, pero sin recibir su paga hasta que se resuelva la disputa. Y ahí es donde empiezan los problemas para México.
 
Lee: Radar Informativo Internacional (3 de noviembre)
Fricción en aduanas, no clausura
El impacto más directo para México se siente en los puertos fronterizos, que aunque no hay un cierre como tal, personal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sigue en su puesto.
El problema, señalado por analistas económicos, es la «fricción» y al operar con personal reducido o que trabaja sin la certeza de su pago, los tiempos de inspección y cruce de mercancías aumentan.
Este cierre administrativo afecta directamente a la industria de autopartes, productos agrícolas y electrónicos de México, que dependen de la logística «justo-a-tiempo» (just-in-time) para sus exportaciones.
Visas de trabajo, el otro impacto
La segunda afectación grave es la parálisis en la emisión de visas de trabajo, y dado que los consulados de Estados Unidos en México mantienen servicios de emergencia, el Departamento de Trabajo (DOL) en Washington suspendió la mayoría de sus operaciones.
Esta agencia es indispensable para emitir las certificaciones laborales que necesitan los trabajadores temporales mexicanos, especialmente para el sector agrícola (visas H-2A).
Sin esos permisos, los nuevos procesos están congelados, lo que representa una grave afectación para miles de trabajadores y para el sector agrícola estadounidense que depende de esa mano de obra, aunque por el momento, el cierre no tiene una fecha clara de resolución.
			






