Por: Carlos Lara Moreno / Enviado especial a Be’eri, Israel
Estados Unidos ha sido determinante para sostener el equilibrio en Oriente Medio y para alcanzar los acuerdos que han permitido un frágil alto al fuego entre Israel y Hamás, afirmó Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Durante un recorrido con representantes de medios de comunicación mexicanos por una de las zonas más afectadas por la guerra, el vocero destacó que la intervención de Washington ha sido decisiva para mantener abiertos los canales diplomáticos y facilitar el intercambio de rehenes y prisioneros, además de impulsar un nuevo equilibrio político en la región.
“Es muy difícil exagerar la importancia que tienen los estadunidenses en este tipo de acuerdos. Sin su liderazgo, este proceso sería mucho más complejo”, consideró.
Kaplan detalló que “Israel tiene una alianza, un pacto con los Estados Unidos que no solo se basa en intereses comunes, sino también en valores compartidos”, por lo que “el liderazgo del presidente Donald Trump ha sido sumamente importante para alcanzar este acuerdo, pero nosotros seguimos siendo un país independiente”.
Una guerra que redefinió a Israel
El vocero recordó que el 7 de octubre de 2023 ocurrió “la falla más grande en la historia militar de Israel”, cuando cientos de terroristas de Hamás irrumpieron por más de cien puntos de la frontera con la Franja de Gaza y perpetraron matanzas en comunidades como Be’eri, donde murieron o fueron secuestradas 117 personas de las 417 que vivían allí.
“Ese día cambió todo. Pensábamos que podrían infiltrarse unos 70 combatientes, pero fueron miles. Desde entonces, nuestro país ha tenido que repensar su seguridad, su inteligencia y su unidad nacional”, reconoció Kaplan.
Dos años después de esa ola de ataques, Israel asegura que ya desmanteló el 55 por ciento de la infraestructura militar de Hamás, entre ellos incontables túneles y arsenales subterráneos, mientras mantiene a sus tropas en lo que denomina la “Línea Amarilla”, zona de seguridad y contención militarizada que rodea la Franja y sirve de límite entre los territorios israelí y palestino.
“La prioridad es impedir que Hamás vuelva a tener capacidad militar. Solo así habrá paz”, sostuvo el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Israel asegura que ha sufrido la pérdida de 918 soldados desde el inicio del conflicto, mientras aún permanecen ocho militares en poder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), considerado como una organización terrorista por la comunidad internacional.
Queremos la paz, pero no podemos rendirnos
Kaplan insistió en que Israel no busca destruir Gaza, sino desmantelar el poder armado de Hamás, al que calificó como una organización “genocida y radical”.
“Si ellos entregaran las armas, la paz llegaría mañana mismo. Pero mientras sigan usando a los civiles como escudos, la amenaza continuará”, externó el militar.
Recalcó que la paz es el mayor anhelo del pueblo israelí, aunque reconoció que se trata de un proceso largo.
“Hay demasiado odio acumulado. Es un camino que puede tardar una o dos generaciones, pero no perdemos la esperanza. Queremos una paz basada en la seguridad y la educación”, comentó.
Para Kaplan, la clave está en cambiar la educación en Gaza. “Si de mí dependiera, haría mil escuelas donde se enseñe la paz y no el odio. El futuro se construye desde la formación de las nuevas generaciones”.
Un mensaje a México y América Latina
Ante periodistas de América Latina, el portavoz pidió comprender que Israel no combate al pueblo palestino, sino al extremismo.
“No estamos en guerra con los palestinos, sino con el radicalismo islamista. Luchamos contra Hamás, un grupo que se incrustó entre la población civil durante casi dos décadas”, enfatizó.
Al dirigirse al pueblo de México, el portavoz envió un mensaje de reflexión: “Cuando tengan un problema, no se vean como víctimas. Véanse como responsables y capaces de superarlo. Esa es la actitud que permite transformar la realidad”.
Mientras en la frontera aún se escuchaban detonaciones, Kaplan sostuvo que el futuro de Israel y Palestina dependerá de la desmilitarización de Hamás y del compromiso internacional.
“Solo cuando el terror desaparezca, podremos hablar de paz duradera. Israel quiere vivir, y quiere hacerlo en paz, pero nunca a costa de su seguridad”, finalizó.







