Manila, 29 Mar (Amexi).- Como cada año miles católicos y turistas de todo el mundo se dieron cita este Viernes Santo en la norteña provincia filipina de Pampaga, para ser testigos de la recreación de la crucifixión de Cristo.
Fieles a la tradición, que data de 1962, una decena de devotos católicos participaron este año en la crucifixión real, que busca mantener presente la muerte y dolor de Jesucristo en la cruz, pese a que la Iglesia Católica Romana la desaprueba.
Este año, el acto principal de la crucifixión masiva estuvo a cargo de Fernando Mamanga, de 53 años de edad, quién por vigesima séptima vez participó en el acto, aunque el punto culminante fue la de Rubén Enaje, un hombre de 69 años, que ha sido crucificado 35 veces.
El “Cristo de Pampanga”, como es conocido Enaje entre los católicos de Filipinas, fue clavado a la cruz de madera con clavos reales de uno 30 centímetros de largo y expuesto por 10 minutos ante unos 20 mil asistentes, que guardaron silencio, en señal de respeto.
“El momento en que te meten el clavo en la mano es muy doloroso, puedo imaginar el dolor de Cristo”, comentó Enaje a medios informativos nacionales y extranjeros, al ser bajado de la cruz y ser traslado al hospital.
En declaraciones al diario Inquirer, Enaje reveló que durante el tiempo que estuvo clavado en la cruz, rezó por que ningún filipino pase hambre, dado que el aumento en los precios de los alimentos, que se registra actualmente en Filipinas, afecta a muchas familias.
En la representación del año pasado, el “Cristo de Pampanga” dijo que el 2023, sería su última crucifixión ya que a su edad le resultaba muy difícil arrastrar la cruz de cuatro metros de largo y unos 20 kilos, pese a que era más pequeña que la que uso en el pasado.
Enaje participó por primera vez en las crucifixiones de Pampanga del Viernes Santo en 1985, en un acto de agradecimiento, luego de caer de un tercer piso y no sufrir daños, hecho que él y su familia atribuyen a intervención divina.
Durante las celebraciones de Semana Santa en Pampanga, a 80 kilómetros de Manila, mujeres y hombres también se flagelan con látigos, un acto de penitencia por sus pecados o promesa por favores cumplidos, principalmente.
LOOK: Ruben Enaje is nailed to the cross for the 35th time as part of his vow on Good Friday in Brgy. San Pedro Cutud, Pampanga.
According to Enaje, 63, he started his passion every Holy Week since 1986 after he miraculously survived an accident in his work. #SemanaSanta2024 |… pic.twitter.com/xG5JV5OOGB
— ABS-CBN News (@ABSCBNNews) March 29, 2024
