Houston, 19 May (Amexi).- Houston y sus alrededores se recuperan este fin de semana de una inusual tormenta que el jueves causó la muerte de siete personas y derribó árboles, anuncios espectaculares y cableado del servicio eléctrico.
Mary Carrera, originaria de la Ciudad de México y con más de 20 años en Spring, Texas, relató para Amexi su experiencia en medio de este sorpresivo fenómeno natural, que tuvo vientos de hasta 160 kilómetros por hora, equivalentes a un huracán Categoría 2.
“A eso de las 5:30 de la tarde comenzó mucho viento y a nublarse. Luego como a las 6:30, en nuestra área de Spring el viento se intensificó y comenzó a llover bastante fuerte”, narró Carrera desde su vivienda, localizada en la periferia norte de Houston.
Ella y su esposo Juan Manuel fueron afectados gravemente en 2017 por el huracán Harvey, por lo que la tormenta del jueves les hizo recordar aquellos momentos: el viento otra vez desprendió árboles, techumbres, derribó postes y causó severas inundaciones.
La vecina área de Kingwood “fue muy afectada semanas atrás con lluvias e inundaciones terribles, como las vivimos nosotros cuando Harvey. Ahí al igual se desbordaron el río San Jacinto, Trinity y varios arroyos”, señaló la mexicana residente de Texas.
De acuerdo con Carrera, hubo apagones en amplias zonas de Houston y sus alrededores, principalmente en los condados al norte de la ciudad, pero ella y su familia fueron de los afortunados que no han perdido el servicio de electricidad.
Las autoridades de Houston y del estado de Texas continuaban este domingo removiendo escombros de las calles, retirando árboles y tratando de restablecer la energía eléctrica, mientras el nivel del agua ya cedió en la mayoría de los lugares afectados.
Pese a los esfuerzos, el 20 por ciento de las zonas donde hubo apagones continúan sin luz, por lo que no habrá clases mañana lunes. Todavía hay postes, cables y torres de luz en proceso de reparación.
Los dueños de edificios cuyos vidrios se rompieron por la fuerza del viento han comenzado a remplazarlos, mientras las aseguradoras negocian con los propietarios de decenas de vehículos afectados por las inundaciones.