Por primera vez desde su ingreso al Hospital Policlínico Gemelli de Roma, el 14 de febrero pasado, el Papa Francisco reapareció este domingo ante el mundo, agradeciendo a todos por su oraciones, rezos y mensajes a favor de su recuperación.
“¡Gracias a todos!”, afirmó el líder de la Iglesia Católica con débil voz desde uno de los balcones del quinto piso del hospital y ante unas tres mil personas congregadas esta mañana en la explanada del Gemelli para recibir la bendición.
El Papa se dejó ver y oír
Se esperaba solo un saludo a los fieles, pero el Papa Francisco quiso ir más allá de dejarse ver y se dejó oír, motivado por los aplausos, pulgares en alto y gritos de júbilo de los fieles católicos, congregados también en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“¡Francisco, Francisco!”, “¡te queremos!”, “¡estamos aquí por ti!”, se escuchaba casi al unísono entre la multitud, mientras el Santo Padre levantaba los pulgares en alto, al tiempo que recorría con la mirada la explanada del Gemelli de un lado a otro.
Tal y como siempre suele hacer, cuando aparece ante multitudes, el líder católico se concentro en un detalle: una mujer mayor que estaba en primera fila y llevaba consigo un ramo de flores amarillas.
Carmela Mansuco, una mujer que estuvo pendiente de la salud del Papa
“¡Veo a esta señora con las flores amarillas! ¡Es buena!”, dijo el Papa sobre la mujer, quien fue identificada como Carmela Mancuso, calabresa de 72 años, quien casi todos los días desde hace un más de un mes que Francisco fue hospitalizado acudió al Gemelli para estar pendiente de la salud del Santo Padre.
En medio de una salva de aplausos y el coro de “¡Viva el Papa!” y las palabras del Sumo Pontífice, la señora Carmela inclinó la cabeza, mientras las lágrimas recorrieron su rostro.
“No sé qué decir. Gracias, gracias, al Señor y al Santo Padre. No me creía tan ‘vista’”, comentó la mujer en declaraciones posteriores a los medios informativos de la Santa Sede, según un reporte de la agencia Vatican News.
“Él tenía que dar la bendición y en cambio vio mi manojo de rosas. Le deseo una pronta recuperación y que vuelva como antes entre nosotros”, expresó Carmela, sumándose a los deseos expresados por enfermeros, médicos y estudiantes de la Universidad Católica reunidos en patio del Gemelli.
Desde las primeras horas de este domingo, la explanada el hospital, así como la Plaza de San Pedro comenzaron a llenarse de personas de diferentes partes del mundo, luego de que la Santa Sede informó la víspera que el Papa tenía intenciones de salir y saludar a fieles católicos.
Entre los congregados se pudo observar a fieles de distintas nacionalidades y organizaciones, como de la Cooperativa Auxilium, que levantó una gran pancarta con banderas de todo el mundo.
El Papa en la intercesión de Juan Pablo II
Entre la multitud, también se pudo observar a un hombre, quien ayer cumplió 75 años, sosteniendo una pancarta en la que encomienda al Obispo de Roma a la intercesión del fallecido Papa Juan Pablo II, canonizado por el 27 de abril de 2014 por el propio Francisco.
Inmediatamente después de abandonar el balcón, la multitud se dirigió hacia la entrada del Gemelli para captar la salida del Pontífice del hospital abordó del automóvil Fiat 500L blanco en el que suele trasladarse y poder verlo de cerca.
El automóvil se dirigió directo al templo de Santa María La Mayor, la basílica que ni una sola vez – tras un viaje internacional o una operación y hospitalización – Jorge Mario Bergoglio dejó de visitar para rezar a la Salus Populi Romani y agradecerle su protección.
Antes de asomarse al balcón del hospital, el Papa saludó brevemente al personal y a directivos de la Universidad Católica y del Policlínico Gemelli, entre ellos a Sergio Alfieri, director del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas y jefe del equipo médico del Gemelli, quién la víspera informó su alta médica.
