Naciones Unidas, 21 sep. (Amexi).- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH, por su siglas en inglés) Volker Türk, subrayó que el mundo no puede normalizar lo que está ocurriendo en Líbano, ya que hasta en las guerras hay reglas que se deben respetar, pero ¿Qué está ocurriendo en el país árabe?
Durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), Türk denunció la víspera el miedo generalizado, pánico y horror que vive la población del Líbano, por las nuevas armas de ataque que fueron usadas en días recientes en sitios públicos de Beirut y otras ciudades libanesas.
“Estoy consternado por la amplitud y el impacto de los ataques del 17 y 18 de septiembre en el Líbano contra civiles… Estos ataques representan un nuevo desarrollo en la guerra, en la que las herramientas de comunicación se convierten en armas, y explotan de manera simultánea en mercados, esquinas y hogares, en momentos de la vida cotidiana”, subrayó.
Recordó que la población del Líbano sufre una situación cada vez más volátil desde octubre de 2023 por la guerra desatada entre Israel y del grupo chiíta libanés Hezbolá y se desmorona bajo una crisis económica grave y prolongada y ahora se enfrenta una nueva forma de ataque que atenta contra todo derecho humano.
“Esto no puede ser la nueva normalidad. La guerra tiene reglas para todas y cada una de las partes en este y cualquier otro conflicto armado”, subrayó en su discurso el Alto Comisionado ante la tensión que viven los libaneses por las recientes explosiones y la subsecuente ola de ataques aéreos.
Türk afirmó que el derecho internacional humanitario prohíbe el uso de dispositivos trampa en forma de objetos portátiles aparentemente inofensivos que estén específicamente diseñados y construidos para contener material explosivo, por lo que ocurrió en Líbano es “un crimen de guerra, por cometer actos de violencia destinados a sembrar el terror entre los civiles”.
¿Qué está ocurriendo en Líbano?
Al menos a 37 personas, incluidos dos niños, perdieron la vida y tres mil 400 personas más resultaron heridas el martes y miércoles pasado por la detonación de beepers, radios bidireccionales y otros dispositivos electrónicos, colocados en sitios públicos de la capital libanesa.
Las autoridades libanesas desmantelaron decenas de antiguos dispositivos de comunicación sin explotar al interior de universidades, bancos e incluso hospitales, sin que se sepa cómo, quién los colocó y cómo fueron detonados simultáneamente. Hezbolá afirma que fueron obra del Mossad, servicio secreto de Israel.
La respuesta de Hezbolá
El líder de Hezbolá, Hasan Nasralah, afirmó en un discurso televisado que Israel tenía la intención de matar al menos a cinco mil personas en dos minutos, al detonar miles de buscapersonas (beepers) y walkie-talkies entre el martes y miércoles anteriores, en un hecho que admitió: fue un “golpe sin precedentes”.

“El enemigo utilizó un método civil utilizado por un gran segmento de la sociedad, al hacer estallar dispositivos inalámbricos sin importarle quién los llevaba”, dijo Nasrallah en un discurso, tras reiterar que Israel pagaría caro.
Durante la madrugada del jueves, Hezbolá lanzó cohetes hacia Israel, desatando su respuesta inmediata. Aviones de guerra israelíes atacaron supuestas posiciones del grupo chiíta libanés, aunque se sabe que una guardería o otros edificios sufrieron graves daños.
Y los bombardeos de Israel…
El Ministerio de Salud libanés informó este sábado que al menos 37 personas murieron la víspera en un ataque aéreo israelí en un suburbio de Beirut, incluidos tres niños y siete mujeres. El bombardeo es el más letal en casi un año de conflicto entre Hezbolá e Israel, desatado tras la ofensiva militar israelí en Gaza.
“El enemigo israelí está llevando a toda la región a la guerra”, dio el ministro libanés del Transporte, Ali Hamieh, alineado con Hezbolá, al dar cuenta el saldo del ataque israelí , en el que fueron abatidos Ibrahim Aqil y Ahmed Wahb, altos comandantes del grupo chiíta libanés, razón por la que se prevén más ataques.
“Esta trágica situación no puede considerarse de manera aislada: está vinculada a la guerra en Gaza, a la espiral de violencia en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, y a la continua ocupación israelí del territorio palestino. El riesgo de que se cometan más crímenes atroces sigue siendo alto”, afirmó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
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