En un momento de gran solemnidad y trascendencia para la Iglesia Católica.
Los cardenales electores ingresan hoy a la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave, proceso mediante el cual se hará la elección del próximo pontífice.
El ambiente en la Santa Sede está cargado de expectativa y recogimiento.
Tras una misa matutina en la Basílica de San Pedro, los cardenales, revestidos con sus hábitos litúrgicos, cruzan las puertas de la Capilla Sixtina en una procesión solemne.
Al interior, bajo los majestuosos frescos de Miguel Ángel que representan el Juicio Final, los purpurados se preparan para el proceso de votación, el cual se realiza bajo estricto secreto.
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¿Qué pasa con los cardenales?
Desde este momento, los cardenales quedan incomunicados con el mundo exterior.
La famosa expresión extra omnes, que significa «fuera todos«, se pronunció, indicando que únicamente los electores permanecerán en la capilla para deliberar.
El proceso de votación se llevará a cabo mediante papeletas escritas a mano, con cada cardenal registrando su elección y doblándola antes de depositarla en la urna.
Después las papeletas serán contadas y los resultados evaluados.
Para la elección del nuevo Papa, se requiere una mayoría de dos tercios entre los votantes.

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¿En qué se centra la expectativa en la Capilla Sixtina?
La expectativa se centra ahora en el humo negro que indicará que aún no hay consenso, mientras que el humo blanco anunciará al mundo que la Iglesia tiene un nuevo líder espiritual.
La jornada marca el inicio de un evento histórico que siguen con gran interés por fieles y analistas alrededor del mundo.
Se espera que las votaciones continúen hasta lograr la elección definitiva del sucesor de San Pedro, quien asumirá el reto de guiar a la Iglesia en tiempos de profundos desafíos.
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Contexto histórico
El cónclave es una tradición centenaria de la Iglesia Católica, que se remonta al siglo XIII, cuando se instituyó la práctica de aislar a los cardenales para acelerar la elección de un Papa.
La Capilla Sixtina, con su imponente arte renacentista, es testigo de las elecciones más significativas de la historia papal.
Los ojos del mundo permanecen atentos a cada desarrollo de este proceso, en espera del momento en que el humo blanco emerja, anunciando la llegada de un nuevo líder a la sede de Pedro.
