El congresista José Jerí prestó juramento este viernes como presidente de Perú en sustitución de Dina Baluarte, quien fue destituida por Congreso durante la madrugada por “incapacidad moral permanente”, ante la inseguridad y la ola de asesinatos, extorsiones y violencia en general que existe en el país.
“Hoy asumo con humildad la presidencia de la República por sucesión constitucional, para instalar y dirigir un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional, de amplia base. Tenemos que construir, juntos, acuerdos mínimos”, subrayó Jerí, quien ejercía la presidencia del Parlamento desde julio pasado.
Conforme al artículo 115 de la Constitución peruana, al encontrarse vacantes los puestos de primer y segundo vicepresidentes, la Jefatura de Estado recae inmediatamente en el presidente del Congreso, en este caso del legislador surgido del partido Somos Perú.
Jerí declaró la guerra a la delincuencia
En su primer mensaje como nuevo jefe de Estado del Perú, Jerí, de 38 años, declaró la guerra a la delincuencia y prometió defender la soberanía nacional, la integridad física y moral de la República y la independencia de las instituciones democráticas.
“Cumpliré y haré cumplir la Constitución Política, las leyes de la Nación y las libertades que sustentan nuestra democracia”, subrayó el nuevo mandatario peruano.

Afirmó que la inseguridad ciudadana constituye el principal desafío del país y llamó a tomar acciones inmediatas, invocando a la reflexión y a la unidad nacional.
“Es momento de pedir perdón por los errores que se hayan podido cometer, por los errores que hemos cometido. A todos los peruanos, las disculpas del caso y una promesa: la promesa de comenzar a construir y sentar las bases de un país que, desde la empatía, permita la reconciliación entre todos los peruanos”, subrayó.
La inseguridad, el mayor desafío
Reconoció que la inseguridad ciudadana constituye el principal desafío del país y llamó a tomar acciones inmediatas y prometió a la “Generación Z” (las personas nacidas entre 1997 y 2012) que «habrá cambios en el país».
“El mal que nos aqueja en este momento es la delincuencia. El principal enemigo está en las calles, en las bandas y organizaciones criminales. Ellos son hoy nuestros enemigos y debemos declararles la guerra”, externó.
Para ello, añadió el mandatario, contamos con nuestra Policía Nacional, nuestras Fuerzas Armadas y «el compromiso de todas las instituciones del Estado, del Poder Judicial y del Ministerio Público”.
La juramentación de Jerí ocurrió a unas horas que el Congreso peruano aprobó con 124 votos a favor la destitución de Baluarte, superando ampliamente el mínimo requerido, y bajo la causal de permanente incapacidad moral ante la crisis de inseguridad que reina en ese país latinoamericano.
El gobierno de Boluarte, quien asumió la presidencia en diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo, era duramente criticado por el creciente aumento de casos de asesinatos, extorsiones y violencia organizada en varios puntos del país.
El ataque armado contra Agua Marina, el detonante
Sin embargo, el detonante que llevó a la destitución de Boluarte fue el reciente ataque armado contra el grupo musical Agua Marina durante un concierto en Lima, en el que varias asistentes resultaron heridos y dejó en evidencia el grave deterioro y las nulas condiciones de seguridad que existen en Perú.
La destitución de Boluarte representa el séptimo cambio presidencial en la República del Perú desde 2016, lo que según analistas internacionales refleja una profunda inestabilidad institucional, sobre todo porque los últimos tres fueron removidos por el Congreso, dos renunciaron y solo uno completó su mandato interino.
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