Quito 3 Jul (Amexi).- Mañana 4 de julio se realizarán movilizaciones en 23 de las 24 provincias de Ecuador para rechazar las políticas neoliberales del gobierno de Daniel Noboa, entre ellas la eliminación de los subsidios a la gasolina y el «paquetazo» que pretende imponer como resultado de la firma de la carta de intensión número 23 con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contiene más de 40 acuerdos, para obtener una deuda de cuatro mil millones de dólares.
En entrevista, Andrés Quispe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), una de las organizaciones convocantes a esta jornada, dijo que “el propio Banco Central del Ecuador señala que una vez que sean eliminados los subsidios, la inflación podría estar creciendo entre el 3.5 y el 4.0 por ciento, lo que implicaría condenar a más 200 mil ecuatorianos y ecuatorianas a la pobreza”.
El gobierno habla de que la eliminación del subsidio llevará a un incremento hasta el 10 por en el precio de la gasolina, lo que podría alcanzar hasta cuatro dólares el galón, además de que dependerá del precio del petróleo a nivel internacional, ya que Ecuador es un país dependiente.
En estas movilizaciones participan las organizaciones del Frente Popular, como la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE), la Federación de Estudiantes Secundarios de Ecuador (FESE), Federación Única de Afiliados al Seguro Social Campesino (FEUNASSC), la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE).
También centrales de trabajadores tanto del sector público como del sector privado como la CEOS, la CEDOCUT y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), explicó Andrés Quispe.
A la movilización también se suman organizaciones campesinas e indígenas, así como trabajadores de Plataformas como Uber e In Drive, “a quienes les afecta el alza de la gasolina y de las decisiones tomadas por Noboa”, enfatizó.
Entre los acuerdos que tiene Daniel Noboa con el FMI, está la reforma al Seguro Social, una nueva reforma tributaria, “está establecido que no se contraten más servidores públicos, es decir menos médicos, menos profesores, está el tema de la flexibilización laboral”, agregó el dirigente de los profesores ecuatorianos.
El gobierno de Noboa hasta ahora mantiene una actitud de desprecio ante estas movilizaciones previstas; sin embargo, acaba de firmar un “estado de excepción” en ciertas provincias, para tratar de debilitar la movilización popular.
“Por un lado dice que no son grandes movilizaciones, y por otro lado firma el estado de excepción y está adoptando unas políticas que buscan frenar la movilización popular”, acusó Andrés Quispe.