Ciudad del Vaticano, 29 Mar (AMEXI).- Más de 20 mil personas participaron hoy en el tradicional Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo de Roma, en ausencia del Papa Francisco, quien debido al intenso frío y su frágil salud, lo siguió desde la Casa de Santa Marta.
El Vía Crucis (Camino a la Cruz, en latín) recuerda el recorrido de 14 etapas que siguió Jesús antes, durante y después de su crucifixión, hasta su sepultura, fue presidido en esta ocación por el cardenal vicario, Angelo De Donatis.
Pese a no estar presente físicamente, el líder de la Iglesia Católica escribió de su puño y letra, por primera vez desde el inicio de su pontificado en 2013, todas las meditaciones para el Vía Crucis de este 2024, las cuales fueron leídas en cada una de las estaciones.
El documento, titulado “En oración con Jesús en el camino de la cruz”, fue publicado esta mañana por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, poco antes del inicio de las celebraciones del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, a las que asistió el Papa.
En la representación de cada una de las 14 estaciones, escenificadas en el Coliseo Romano, grupos de diferentes personas, entre inmigrantes, catequistas, jóvenes y feligreses, cargaron una cruz Cristo y velas, en símbolo duelo.
En sus reflexiones para el Vía Crucis de 2024, el Papa Francisco reconoció la dificultad de vivir en oración en medio de las luchas y dificultades de la vida diaria y invitó a los fieles católicos a mantenerse en comunicación constante con Dios.
“¡Despiértanos, Señor. Despierta nuestros corazones de su letargo, porque también hoy – hoy sobre todo – cuentas con nuestra oración”, subrayó el Sumo Pontífice en su oración de la solemne celebración, difundida en vivo por el sitio VaticanNews.
En una de su meditaciones, el Papa Francisco oró por el fin de las guerras en el mundo, la indiferencia de aquellos que no ven el dolor de quienes pierden, a padres, hijos u otros seres queridos por las bombas y por quienes enfrentan enfermedades incurables.
“Jesús, nosotros también cargamos nuestras cruces, a veces muy pesadas: una enfermedad, un accidente, la muerte de un ser querido, una decepción amorosa, un hijo que se perdió, la falta de trabajo, una herida interior que no cicatriza, el fracaso de un proyecto”, destacó.
En su oración final del Vía Crucis de este 2024, el cardenal De Donatis, también abogó por el fin de las guerra en el mundo y recordó que personas de todas las religiones y nacionalidades que han visto morir a sus hijos y a sus padres bajo bombas y granadas.
“Gracias, Señor Jesús, por la luz que has encendido en nuestras noches y que, reconciliando toda división, nos ha hecho a todos hermanos, hijos del mismo Padre que está en los cielos“, destacó emocionado.
La ausencia del Papa Francisco causó cierta preocupación entre los feligreses presentes en el Coliseo de Roma, ya que el líder de la Iglesia Católica fue hospitalizado el fin de semana pasado por una bronquitis infecciosa, y se creyó que habría tenido una recaída.
Para evitar especulaciones, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó en un breve comunicado que se decidió que el Papa no asistiera al Vía Crucis y la velada posterior, “para preservar su salud para la Vigilia de mañana y la Santa Misa del Domingo de Pascua».