Ciudad del Vaticano, 29 mar (Amexi).- El Papa Francisco presidió este Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, la Celebración de la Pasión del Señor, con la que la Iglesia Católica conmemora los distintos momentos que vivió Jesús antes de su crucifixión.
Poco antes de las 17:00 horas locales (16:00 GMT), el Papa llegó a la Basílica en sillas de ruedas, deteniéndose a rezar en silencio ante el altar, el cuál al igual que en cualquier parte del mundo, este día luce sin mantel, sin cruz y sin velas, en señal de duelo.
Ataviado con casulla roja, que usan los ministros de la Iglesia Católica en honor a los mártires dieron su vida por Dios, Francisco oró unos minutos en silencio, ante unos cuatro mil fieles presentes en la Basílica de San Pedro.

La homilía de la Celebración de la Pasión del Señor fue pronunciada por el cardenal Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, quien resaltó que “la verdadera omnipotencia de Dios es la impotencia total del Calvario”.
”En la cruz, Jesús respeta la libre elección de los hombres y elige anularse a sí mismo, lección para los poderosos de la Tierra. Del triunfo de la resurrección una invitación a la humanidad a confiarse a él: ancianos, encarcelados, las mujeres víctimas de la violencia”, indicó
En la celebración, difundda en vivo por el sitio Vatican News, Cantalamessa dijo que la idea de Dios de que Jesús vino a cambiar al mundo, desgraciadamente todos la llevamos dentro, porque es es difícil verlo «en la aniquilación de su muerte en la cruz».
El predicador destacó que el verdadero rostro de la omnipotencia, se revela “en su Hijo que se arrodilla ante los discípulos para lavarles los pies; en aquel que, reducido a la impotencia más radical en la cruz, continúa amando y perdonando, sin condenar jamás».
Casi final de la celebración religiosa, que se prolongó por más de dos horas, el líder de la Iglesia Católica encabezó la Adoración a la Santa Cruz, contemplando por unos momentos la cruz con Cristo crucificado y dándole un beso en la rodilla.
Después de Celebración de la Pasión del Señor, el Papa tomará un descanso, para que por la noche se dirija al Coliseo Romano, donde dirigirá el tradicional Vía Crucis, que conmemora el recorrido que siguió Jesús antes, durante y después de su crucifixión, hasta su sepultura.







