Caracas, 2 sep. (Amexi).- El gobierno de Venezuela se mantiene en silencio sobre la noticia de Estados Unidos confiscó este lunes en República Dominicana el avión oficial del presiente Nicolás Maduro, alegando que fue adquirido de manera ilegal y sacado de contrabando.
Ni Maduro, ni la cancillería de Venezuela hicieron comentarios inmediatos sobre el avión incautado, un Falcon 900EX, con un valor en el mercado de 13 millones de dólares, traslado esta mañana al aeropuerto de Fort Lauderdale, en el estado estadunidense Florida, luego de ser retenido en República Dominicana.
Pese a que varios medios de comunicación en Venezuela informaron sobre el decomiso el avión de Maduro, el cual ha aparecido en innumerables fotografías de los viajes del mandatario al extranjero, el sitio oficial del gobierno no tiene información alguna. De hecho, su último comunicado es del 18 de julio pasado.
Fuentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos, confirmaron el decomiso del avión privado, el cual es usado por Maduro en sus viajes al extranjero, aunque no dio detalles de cuándo fue incautado, ni su llegada a República Dominicana. Medios estadunidenses aseguraron que tenía ya varios meses en el pequeño país centroamericano.
La cadena estadunidense CNN destacó que la aeronave, es el equivalente al estadunidense Air Force One (el avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que transporta al presidentes estadunidense), por lo que su decomiso pretende enviar un mensaje a los más altos mandos del gobierno venezolano de la postura actual que tiene Estados Unidos sobre Venezuela.
“Incautar el avión del jefe de Estado extranjero es algo inaudito en asuntos penales. Estamos enviando un mensaje claro aquí de que nadie está por encima de la ley, nadie está por encima del alcance de las sanciones estadunidenses”, apuntó un funcionario a CNN.
De acuerdo con los funcionarios estadunidenses, el avión fue confiscado en un operativo conjunto entre agentes de Comercio, la Oficina de Industria y Seguridad y el Departamento de Justicia, por presuntas violaciones a las leyes de control de exportaciones y sanciones de Estados Unidos.
Una investigación estadunidense descubrió que personas afiliadas a Maduro supuestamente habían utilizado una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar su participación en la compra ilegal del avión a una empresa con sede en Florida, operación realizada a fines de 2022 y principios de 2023.
Desde las elecciones el pasado 28 de julio, en las que Maduro fue reelecto como presidente de Venezuela para un tercer mandato, en las que se ha dudado de la transparencia de los resultados, Estados Unidos ha criticado con fuerza al régimen venezolano y ha prometido velar por el respeto a la voluntad del pueblo venezolano.
La semana pasada, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que la continua negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a defender los estándares internacionales y venezolanos de transparencia es una «violación inaceptable» de las leyes del país.
Miller también criticó duramente la postura del Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el gobierno de silenciar las voces de los votantes ratificando, el anuncio dado por el CNE sobre la victoria de Maduro en las pasadas elecciones, pese a las dudas y el fraude denunciado por la oposición.