Por Martín de J. Takagui
Ciudad de México, 29 May. (AMEXI).- A sus 95 años de existencia, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vive su momento de mayor debilidad como oposición política en México, después de que por más de siete décadas vivió y ostentó el poder político a todos los niveles en México sin que tuviera una oposición real.
En éstas que son las elecciones más grandes, más importantes de la historia moderna, por el número de puestos políticos y las capacidades de poder que están en juego, el PRI, fundado en 1929 por el expresidente Plutarco Elías Calles, uno de los partidos políticos que duró más tiempo en el poder en el mundo, hoy solamente tiene una de las 32 gubernaturas, la de Coahuila, que se renovó hace un año.
En esas mismas elecciones de 2023, el tricolor, comandado por Alejando Moreno Cárdenas alias “Alito”, perdió el Estado de México, sede del conocido y potente “Grupo Atlacomulco”, fundado por el exgobernador mexiquense Isidro Fabela, quien al igual que el último presidente de la República priista, Enrique Peña Nieto, eran originarios del municipio de Atlacomulco.
La dirigencia autoimpuesta de Moreno Cárdenas al frente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ha tomado decisiones autoritarias y su gestión está llena de dudas de honestidad en el manejo de recursos de campaña, así como la cerrazón a la renovación de la dirigencia nacional llevó a una desbandada que abolló el lustroso grupo de legisladores y dirigentes que soportaron la derrota de 2018, frente al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
Traición al tricolor en el Estado de México
Apenas hace tres días, la salida de la excandidata a la gubernatura del Estado de México significó la primera derrota del PRI en el gobierno del Estado de México. Alejandra del Moral anunció su renuncia al tricolor y su adhesión al proyecto de la candidata presidencial morenista Claudia Sheinbaum, pero con la aclaración de que no militaría en ninguno de los partidos que integran la coalición Sigamos Haciendo Historia.
Después de casi un siglo de existencia política en México, como partido hegemónico, el PRI llega a unas elecciones presidenciales sin candidato propio, pues entre las negociaciones de la coalición Va por México, integrado por el PRI, PAN y PRD que hoy abanderan a Xóchitl, Gálvez Ruiz, hubo un acuerdo en el que “Alito” aceptó que fuera el PAN el que eligiera a los candidatos a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México y a la Presidencia de la República para los comicios del próximo domingo 2 de junio.
A lo largo del régimen priista, la importancia electoral del Estado de México fue siempre de alto nivel, debido a que siempre ha contado con la lista nominal de electores más numerosa, que hoy suma 13 millones, 26 mil 714 ciudadanos.
El llamado Edomex también aglutina un mosaico social representativo de todo el país, en donde hay sectores de la población populares, de trabajadores, indígenas, campesinos; de igual forma aglutina esa entidad estratos sociales desde los más modestos hasta los más favorecidos económicamente.
Edomex, el “laboratorio electoral del país”
Esta diversidad social, el peso político y económico, le valió a la entidad para ser considerada el “laboratorio electoral del país”, debido a que su renovación de gobernador, como de presidencias municipales y del Congreso local coincidían exactamente un año antes de los comicios presidenciales y eran considerados el antecedente de lo que pasaría a nivel nacional.
Después de varios intentos de legisladores, dirigentes y líderes tradicionales del PRI, que le pedían a “Alito” Moreno respetar los estatutos y retirarse de la dirigencia nacional cuando su periodo se acabó, en 2022, debido a los nefastos resultados que dio durante su administración, en la que perdió las 10 gubernaturas que estuvieron en juego, logró quedarse como dirigente nacional.
El campechano siempre encontró recovecos legales, usó artimañas legaloides, convenció al Consejo Político Nacional para que lo respaldaran, lo que llevó a la renuncia pública del exgobernador de Guerrero Héctor Astudillo, pero incluso “Alito” Moreno Cárdenas obtuvo una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que le concedió permanecer ahí hasta agosto de este 2024.
Por su parte, los expresidentes del CEN del PRI en pleno, como Fernando Ortiz Arana, Beatriz Paredes Rangel, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Roberto Madrazo Pintado, César Camacho Quiroz, Claudia Ruiz Massieu Salinas, a quienes se sumaron también el coordinador de los senadores tricolores, Miguel Ángel Osorio Chong y el yucateco, Jorge Carlos Ramírez Marín, le pedían que renunciara y que abriera paso a una nueva dirigencia, pero acabaron siendo aplastados por las decisiones de Moreno Cárdenas, apoyadas por el Consejo Político Nacional.
Desbandada en el Revolucionario Institucional
Frente a la impotencia de devolver al priismo al camino de la democracia, a principios de julio de 2023, hace menos de un año, el priismo nacional vivió una desbandada, en la que se vio la renuncia masiva de priistas a su partido como Claudia Ruiz Massieu Salinas, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
De igual manera, otros le aventaron décadas de militancia al dirigente nacional, como el exgobernador mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, quien siendo senador decidió sumarse al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), al igual que la senadora Ruiz Massieu Salinas, Jorge Carlos Ramírez Marín y el mismo Osorio Chong, quien fue secretario de Gobernación durante el periodo del presidente Enrique Peña Nieto.
Hoy, el Partido Revolucionario Institucional llega a los comicios de 2024 como una carcacha desvencijada, con las llantas ponchadas, sin conductor, abollado, con la pintura rayada y carcomida por el sol, con el parabrisas estrellado, con un gran espejo retrovisor, pero opaco, que ya no permite ver al pasado, a pesar de que no tiene medallón.