En estas fiestas patrias es necesario privilegiar en todo momento la seguridad y la integridad de las familias, por lo que la producción, almacenamiento y venta clandestina de pirotecnia representan un alto riesgo para las comunidades.
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) subrayó que la participación ciudadana en la identificación y denuncia de estos lugares es fundamental para proteger la seguridad de las familias y de la comunidad en general.
Asimismo, el uso de artificios pirotécnicos conlleva riesgos de accidentes, incendios y lesiones que pueden prevenirse mediante la adopción de medidas responsables.
Entre ellas, detalló las siguientes:
- Niñas, niños y adolescentes no deben manipular pirotecnia.
- Evitar artificios cerca de viviendas, vehículos, cables eléctricos o materiales inflamables.
- Tener a la mano agua, arena o un extintor para sofocar cualquier chispa.
- Considerar los efectos en bebés, adultos mayores, personas con sensibilidad al ruido y animales de compañía.
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Quemaduras por pirotecnia
La Secretaría de Salud indicó que el uso de cohetes, fuegos artificiales o juegos pirotécnicos pueden causar daños irreversibles a la salud y es causa de quemaduras de segundo y tercer grado o, incluso, de la pérdida de algún miembro del cuerpo y la muerte.
Agregó que los daños por las explosiones de dichos instrumentos pueden implicar la pérdida de dedos, manos, ojos o de la audición, no solo de la persona que los manipula sino de quien está cerca. La población infantil es la más afectada, sobre todo en la etapa preescolar, de tres a cinco años, y la de seis a 12 años.
Si la quemadura es en la superficie de la piel, el tratamiento es a base de medicamentos; en cambio, si es profunda, la persona debe recibir atención de alta especialidad para el manejo local y evitar que se infecte, ya que es la complicación más frecuente, sobre todo si las quemaduras son extensas, profundas y requieren hospitalización.
Además del tratamiento en el aspecto físico, la o el paciente también necesita atención psicológica para superar la pérdida de alguna parte de su cuerpo; son procesos que duran años con el propósito de reintegrar al paciente a la sociedad.
Mencionó que en el servicio de urgencias del INP todo el año hay demanda de atención por quemaduras; no obstante, en fechas especiales como las fiestas decembrinas incrementan entre 10 y 15 %, debido a líquidos calientes, fuego o uso de pirotecnia.
Estallidos con daños irreparables
La explosión hace que estos instrumentos se dispersen como proyectiles e impacten en diferentes partes del cuerpo, con riesgo de lesiones en la zona interna o externa del ojo, específicamente la retina; en la membrana del oído o en la mano, que tienen consecuencias de por vida y secuelas irreparables.
“Cuando el cohete estalla cerca del oído, detalló, puede reventar la membrana, que es una parte muy delgada y sensible, por lo cual hay riesgo de pérdida permanente de la audición. El ruido por la explosión también genera daño transitorio en el tímpano”.
Además, cuando hay combustión y fuego en estos artefactos puede haber quemaduras de segundo y tercer grado. Este tipo de accidentes ocupa el segundo lugar como causa de urgencias por quemaduras. En primer lugar, están las lesiones por líquidos calientes y en tercero las ocasionadas por electricidad.
Aunque estos artefactos forman parte de la cultura y de las tradiciones mexicanas, también ponen en riesgo la salud; por ello, es mejor no utilizar cohetes, juegos pirotécnicos o fuegos artificiales, ya que los accidentes por esta causa son 100 % evitables.