Ciudad de México, 14 jul. (AMEXI).- La reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) marcará un antes y un después en la impartición de justicia al instaurarse prisiones justificadas o sentencias contra presuntos infractores de la ley por cuestiones mediáticas o por conveniencia, sin existir elementos de prueba del Ministerio Público y sin apego a los derechos humanos y tratados suscriptos por el gobierno mexicano, considera la magistrada de Circuito en la Ciudad de México, María Emilia Molina de la Puente.
En entrevista con Amexi, la magistrada advierte el posible inicio del autoritarismo ante la falta de contrapesos contra las decisiones tomadas por el gobierno a través de juzgadores a modo.
De realizarse las designaciones de jueces, magistrados, ministros mediante el voto popular, las dificultades para costear una elección de esa magnitud, así como la falta de información en los electores al momento de tener hasta 70 boletas para elegir, tendrá repercusiones inminentes en la justicia.
En entrevista de Amexi, la magistrada Molina de la Puente descarta hacer campaña como candidata a un cargo en el Poder Judicial de la Federación, porque a diferencia de los políticos, los integrantes del PJF no hacen política, sólo aplican la ley.

-¿Existe autonomía en el Poder Judicial de la Federación para tomar decisiones?
-Históricamente, aun cuando pareciera que antes no había autonomía o independencia de las personas juzgadoras, creo que siempre ha existido, siempre, seguramente ha habido casos de corrupción o de falta de independencia, pero no es la regla y tan es así que hemos tenido un desarrollo de derechos humanos, no sólo se trata de tener derecho a la salud, eso es abstracto.
Para saber qué es el derecho a la salud necesitamos que el Poder Judicial de la Federación le dé contenido al derecho, es decir, saber que por ejemplo parte de nuestro derecho a la salud es obtener vacunas contra el Covid. Eso lo dijo el Poder Judicial de la Federación, entonces, cualquier derecho que hemos tenido se ha desarrollado desde hace muchos años, no, no es esto, no se trata solamente de qué partido está en el gobierno, sino que el gobierno, del Estado, del país, que se divide en tres y se divide en tres precisamente para que haya contrapesos entre los tres.
-Uno de los principales argumentos para realizar la reforma judicial es la supuesta corrupción. ¿Existe?
-Cuando se habla de corrupción creo que también se parte de un argumento falaz, porque decir que si un asunto se pierde implica corrupción del juez, pues entonces 50% de las partes que acuden a un juzgado van a decir que hay corrupción, porque 50% va a perder.
De eso se trata, de dirigir un conflicto, lo hacemos con nuestros hijos, lo hacen los árbitros en los partidos deportivos, etcétera, entonces, siempre le diremos a la mitad de las personas que no tienen razón, porque no lo probaron, porque no tenían derecho, porque la ley no establece eso, porque establece otra cosa etcétera.
Entonces, lo que al parecer puede llegar con esta iniciativa, como está presentada, es efectivamente quitar el gran contrapeso para las autoridades del Estado.

-¿Qué necesita para ser juez?
-Tengo 27 años de carrera judicial, pero he participado en siete concursos para llegar a jueza. Empezábamos tres mil personas al concurso y nombraban 15. Entonces, en algún momento de uno de los concursos yo reprobé, porque no quedé nombrada con 98 de calificación final. Son tres etapas del concurso donde hay un examen de conocimientos generales de Derecho.
Luego hay un examen práctico donde hacemos un proyecto de sentencia. Realizamos un expediente y luego hay un examen oral y además se califica toda la experiencia académica, todo lo que hemos estudiado, pero también nuestra carrera judicial, en qué puesto hemos estado, cuánto tiempo hemos durado en cada puesto. Todo eso que se quitaría. No se garantiza que lo tengan los nuevos y eso es peligrosísimo, pero además, la forma en que está ahorita estructurada esta iniciativa, es que quienes van a llegar como personas juzgadoras tienen que hacer campaña, no se me ocurre a mí que puedo ofrecer a alguien para ser jueza con una campaña, porque no hacemos política pública.
-¿Cuál es la diferencia entre juzgador y un político?
-Creo que no se entiende lo que es la función de juzgar. Entonces, por eso se revuelven conceptos. Un legislador, una persona legisladora y una persona que trabaje en el Ejecutivo sí tiene la posibilidad de ofrecer como parte de su campaña que va a impulsar cierta política pública, porque de eso se tratan esos dos poderes, sí pueden hacer eso, van a impulsar leyes nuevas, es decir, sólo porque decidan impulsar cierto derecho o cierta forma de armar alguna cuestión en la en la vida social, lo pueden hacer porque esas son sus facultades. Nosotros no podemos hacer eso.

-¿Existen riesgos por una elección a través de las urnas?, ¿cuáles pueden ser?
-Por ejemplo, ¿cómo voy a conseguir votos? Es muy riesgoso y eso lo han puesto muchas personas en la mesa, no sólo nosotros. Es muy riesgoso como está nuestro país actualmente, porque existen los grupos fácticos del poder, no solamente son como históricamente en cualquier país los sindicatos, las iglesias, los empresarios, etcétera, también está el crimen organizado. Los partidos políticos sería lo menos grave, aunque claro, nuestra función no debería ser partidista y mucho menos política, pero está el crimen organizado y el crimen organizado tiene el dinero y el poder para incidir en la votación, podría ser quien impulsara a las personas juzgadoras nuevas, entonces, simplemente el hecho de la campaña, ya es complicadísimo”.
-¿Se tiene un estimado lo que constaría la elección?
Lo que costaría al país hacerlo en México, en la Ciudad de México, no se ha cuantificado. Simplemente a cada persona le tocarían más de 70 boletas en el mismo momento sólo para el Poder Judicial de la Federación, yo me pregunto si todas las personas estarán identificando a 70 candidatos, además, cuánto tiempo se van a tardar en votar, si con seis boletas nos tardamos 10 minutos, con 70 boletas ¿cuánto tiempo?, pero además, cuánto va a costar imprimirlas, contarlas, todo.







