Primera parte
Por Francisco Javier Vázquez Ponce
Ciudad de México, 28 mar. (AMEXI).- El pasado 6 de marzo, el gobierno federal envió a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) una propuesta de decreto para modificar algunas disposiciones al Reglamento Interior de la Semarnat, en el que, entre otras cosas, se propone desaparecer la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), por lo que pese a ser una institución ejemplar, hoy está moribunda.
La propuesta (disponible en el portal oficial de la Conamer) busca que la Conabio pase a formar una Dirección General de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), bajo la dirección y coordinación del titular de ésta y limitada a una unidad perteneciente a esa secretaría.
Estas son disposiciones que atentan contra la autonomía de una prestigiosa institución con más de 30 años de labor reconocida nacional e internacionalmente.
Víctima de la austeridad y los embates presupuestales
Asimismo, la disponibilidad presupuestaria de las labores de la actual Conabio podría sufrir mayores recortes a los que ya de por sí ha estado sufriendo durante la última administración federal.
En este contexto, cabe destacar que, aunque la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) ha sufrido diversos embates presupuestales, políticos y administrativos durante su historia, la actual administración federal ha ejecutado un debilitamiento sistemático de la institución.
Por ejemplo, uno de los fideicomisos retirados por la Ley de Austeridad Republicana a finales de 2020 eliminó importantes recursos destinados al presupuesto de Conabio, lo que desembocó en recortes en investigación y empleos en esa comisión.
Sin embargo, los recursos del fideicomiso que nutría a Conabio eran mayormente aportaciones del sector privado y de organismos nacionales e internacionales, no tanto así de parte del gobierno federal.
En este ambiente es que el 25 de agosto de 2022 renunció a la dirección de la Conabio el reconocido biólogo José Sarukhán Kermez, quien fue el coordinador y parte fundamental de la Conabio desde que él mismo promovió su fundación, en 1992.
Las razones del cese del doctor Sarukhán Kermez a la dependencia están muy relacionados con la negativa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a tomar en cuenta las necesidades, sugerencias y solicitudes del cuerpo académico y directivo de la Conabio.
En este sentido, una de las imposiciones del gobierno de la Cuarta Transformación fue la instauración de personajes políticos de Morena en cargos directivos de la comisión, aun cuando el coordinador ejecutivo (Sarukhán Kermez) debía ser tomado en cuenta para estas decisiones.
Por ejemplo, el controversial nombramiento de Daniel Quezada como secretario técnico de la institución, quien fuera un caudillo político del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y uno de los fundadores de Morena en el estado de Hidalgo y quien ahora dirige la institución. Decisiones como esa dejan a la Conabio moribunda, pese a ser una institución ejemplar
