Un derrumbe que cambió vidas. El 19 de febrero de 2006, una explosión en la mina de carbón Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, Coahuila desató una de las tragedias más impactantes en la historia minera de México.
El incidente, causado por acumulación de gas metano, dejó atrapados a 65 mineros a más de 120 metros de profundidad. Aunque las esperanzas de rescate eran altas al principio, las condiciones extremas dentro de la mina dificultaron las labores y condenaron a los trabajadores al olvido.
La respuesta inicial se topó con obstáculos técnicos y riesgos de nuevas explosiones, lo que llevó a suspender el rescate tan solo cinco días después del colapso. De los 65 cuerpos, únicamente dos fueron recuperados, mientras que los otros 63 permanecen atrapados en un entorno hostil y peligroso.
Desde 2006, los gobiernos federales han prometido justicia y el rescate de los mineros, pero los avances han sido mínimos. Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) enfrentaron duras críticas por no dar prioridad al caso.
Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) se comprometió a recuperar los restos, y bajo su administración se han llevado a cabo labores más visibles, aunque aún sin resultados definitivos.
En la presente administración federal de la presidenta Claudia Sheinbaum este lunes 13 de enero reafirmó su compromiso para el rescate de los cuerpos de los mineros fallecidos en el accidente de Pasta de Conchos ocurrido hace 17 años.
Sheinbaum asegura que el caso no se cerrará hasta que todos los trabajadores sean recuperados.
“No vamos a cerrar el caso hasta que encontremos a todos. Estuve hace poco en la reunión y le pedí a Leticia Ramírez para atenderlo de manera personal. Con la coordinadora de Protección Civil tuvimos una llamada con ella, que están coordinando las tareas, y mañana (martes 14 de enero) va a dar una presentación aquí en la mañanera sobre lo que están haciendo…”, añadió.
La presidenta Claudia Sheinbaum se compromete a no cerrar el caso de la tragedia en Pasta de Conchos.AMEXI/ FOTO/ Presidencia
La falta de acciones concretas ha convertido a Pasta de Conchos en un símbolo de la impunidad y negligencia en temas laborales y de seguridad.
Las familias de los mineros se han mantenido firmes en su lucha, exigiendo que se honren las promesas y se recuperen los cuerpos de sus seres queridos.
La lucha de las familias y la respuesta empresarial
Los familiares de los mineros han protagonizado casi dos décadas de resistencia, llevando su voz a los tribunales, medios de comunicación y foros internacionales. A pesar del desgaste emocional, es un pilar para mantener vivo el caso en la memoria pública.
Por su parte, la empresa responsable, Grupo México, es señalada por negligencia en la seguridad de la mina y su posterior falta de colaboración en el rescate. Aunque niega las acusaciones, la percepción pública la sitúa como uno de los principales responsables de la tragedia.
Un capítulo oscuro en la historia de México
La tragedia de Pasta de Conchos es catalogada como una de las peores en la historia minera de México. Más allá de los números, simboliza las deudas pendientes en términos de seguridad laboral, justicia y derechos humanos.
A 17 años de distancia, el caso sigue siendo un recordatorio de la vulnerabilidad de los trabajadores y de las fallas estructurales que aún persisten en el país.
Para las familias, el rescate de sus seres queridos es más que una demanda: es una lucha por la dignidad y la memoria de quienes quedaron atrapados en las entrañas de la tierra.
