El Gabinete de Seguridad asesta golpe quirúrgico al crimen organizado en la CDMX
Siete cateos simultáneos, 17 detenidos y toneladas de droga asegurada: así fue la jornada en que en la capital las autoridades lanzaron una ofensiva que asestó un severo golpe al crimen organizado en la CDMX.
Era lunes, pero no uno cualquiera. En varios puntos de la Ciudad de México, mientras algunos encendían el café y otros maldecían el tráfico, un enjambre de silenciosos agentes armados se desplegaba en puntos estratégicos de Venustiano Carranza, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Tlalpan. Amanecía y el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México no jugaba al ajedrez: ejecutaba un jaque.
La operación fue quirúrgica: siete cateos simultáneos, trabajo coordinado entre la Secretaría de Marina (Semar) y la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX), respaldados por inteligencia federal y vigilancia discreta. En su estela, quedaron 11 detenidos, montones de droga en dosis y bolsas, un arma larga, una corta, 15 vehículos y dos motocicletas incautadas.
#BoletínSSC | #DETENIDO | Resultado de trabajos de investigación para detener a generadores de violencia en @AlcCuauhtemocMx, oficiales de la #SSC detuvieron a un hombre en posesión de más de 40 dosis de sustancias con las características similares a la marihuana y cocaína.
Los… pic.twitter.com/g3a68k8O2b
— SSC CDMX (@SSC_CDMX) July 15, 2025
Inteligencia en juego: el CNI entra en escena
La segunda parte de este despliegue policiaco se tejía en otras coordenadas. Cinco cateos más se realizaban al amparo de información del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Esta vez, la intriga corría por las arterias de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, donde irrumpieron efectivos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la SSC y demás piezas del engranaje federal.
El saldo: seis personas detenidas, más drogas, otra arma corta, vehículos y motocicletas relacionados con actividades criminales.
El total de la jornada: 17 detenidos, más de 2 mil dosis de cocaína, casi 600 de metanfetamina, y un reguero de pistas que podría conducir, quizás en breve, a los mandos de estas estructuras delictivas.
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La capital como tablero, el país como estrategia
Pero esta no fue una maniobra aislada. Mientras la Ciudad de México dormía con un ojo abierto, ocho entidades del país, incluyendo Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Zacatecas y Coahuila, también eran escenario de cateos, aseguramientos y capturas.
Mientras que en Sinaloa se incautaban 78 toneladas de precursores de fentanilo, en un golpe millonario al corazón químico del narco que implicó 378 millones de pesos en afectación económica, en Nuevo León se desmantelaba un laboratorio de drogas sintéticas. En Coahuila se localizó una nueva toma clandestina de hidrocarburos.
El Gobierno de México desplegó así su Estrategia Nacional de Seguridad, como una red de golpes simultáneos que, al menos por un día, trastocó los hábitos del crimen organizado.
Y en la capital, la ciudad que lo ha visto todo, la madrugada se despertaba con puertas derribadas, armas incautadas y el eco insistente de una frase: nadie está por encima de la ley.
