Ciudad de México, 10 may. (AMEXI).- Enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, lupus eritematoso, cardiopatías y renales, así como el embarazo antes de los 20 o después de los 35 años, aumentan el riesgo de complicaciones durante la gestación y el parto, alertó el Instituto Nacional de Perinatología (INPer).
El organismo de la Secretaría de Salud federal precisó que el embarazo después de los 35 años aumenta el riesgo de alteraciones genéticas en el feto, como síndrome de Down, mientras que antes de los 20 puede traer complicaciones en el parto, debido a que muchas veces la pelvis de la embarazada no se ha desarrollado por completo.
Los especialistas de la institución señalaron que algunos de estos riesgos de gestación también están relacionados con la falta de seguimiento médico adecuado durante el embarazo, por las dificultades que enfrentan para acudir a consulta, para llevar una alimentación adecuada y, en ocasiones, por el consumo de alcohol o drogas.
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En tanto, apuntaron, las embarazadas con enfermedades crónicas, como la diabetes, hipertensión, obesidad y cardiopatías, pueden tener partos complicados, hemorragias obstétricas y mayor riesgo de fallecimiento.
“Los signos de alarma tienen que ver con la presencia de contracciones regulares, síntomas de presión elevada o dolores de cabeza”, refirieron.
Detallaron que el zumbido de oídos, visión de destellos, hinchazón irregular en las extremidades, presión arterial de 140-90 o más (como signo de preeclampsia), líquido transvaginal y falta de movimiento del feto son también señales de alerta que precisan acudir de inmediato a recibir atención médica.
Los especialistas del ISSSTE alertaron que una persona gestante saludable debe acudir a citas médicas prenatales según la etapa del embarazo; durante el primero y segundo trimestres es suficiente una consulta cada cuatro semanas, y en el tercer trimestre puede ser cada 15 días o cada semana después de las 37 semanas para detectar cualquier complicación.
A su vez, anotaron, los pacientes con alguna enfermedad crónica o condición médica especial necesitan vigilancia médica más estrecha, porque también se podrían detectar situaciones diversas en el crecimiento fetal, en el trabajo de parto o en la dilatación del cérvix.
Recomendaron a las mujeres en gestación practicar actividad física o ejercicio de bajo impacto durante el embarazo, como natación, yoga, caminata o aeróbicos, y evitar el de alto impacto por representar riesgo de desencadenar contracciones, parto prematuro o ruptura de membranas.
Además, sugirieron vigilancia médica para descartar infecciones, verificar adecuada involución del útero y cese de sangrado; glucosa, presión arterial, suplementación con ácido fólico contra abortos y malformaciones fetales, además alimentación balanceada e hidratación en la etapa posparto para adecuada producción de la leche materna.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2013 hubo 2.5 millones de nacimientos; en la actualidad se reportan 1.8 millones.
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