Ciudad de México, 26 ago. (AMEXI).- La diputada del PRI, Montserrat Arcos, sigue en su lucha por buscar justicia por la violencia política en razón de género de parte de su dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, luego que le dieron la espalda el Instituto Nacional Electoral (INE) y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Ahora, la legisladora emprende un proceso legal contra “Alito” Moreno ante la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (FEPADE) de la Ciudad de México, donde levanta una denuncia por corrupción en un esquema de los llamados “moches” por 32 millones de pesos del presupuesto destinado al liderazgo político de las mujeres.
A través de su cuenta de X, Arcos Velázquez da a conocer que acude a una audiencia de conciliación en la demanda de daño moral por haber sufrido violencia de género por parte de Alejandro Moreno Cárdenas y el secretario de Finanzas del PRI, Hugo Gutiérrez Arroyo, pero ellos no se presentaron. https://x.com/MonseArcosV/status/1826394936977035516.
Sin embargo, la diputada afirma que no dejará de luchar para sentar un precedente a favor de las mujeres, con base en una que denuncia desde enero pasado, cuando ella fue la lideresa del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI) y estaba a cargo de su presupuesto, ya que ambos priistas pretendían que ella desviara 32 millones de pesos.
“El daño no sólo fue para mí al quererme involucrar en un acto de corrupción, sino para miles de mujeres priistas a las que se pretendía quitarles su dinero para mejorar su liderazgo dentro del PRI”, explica la legisladora Arcos Velázquez.
En la denuncia interpuesta ante la FEPADE capitalina, Arcos Velázquez asegura contar con elementos suficientes para señalar a Alejandro Moreno Cárdenas como corrupto y violentador, porque desde 2023 ella, como dirigente del ONMPRI, recibió amenazas para acceder a simular el ejercicio de recursos que el INE otorga para impulsar la capacitación y liderazgo de mujeres en los partidos.
Montserrat Arcos, desde ese momento, se negó rotundamente a cumplir con los deseos de Alejandro Moreno Cárdenas, y lo que siguió fue violencia política en razón de género en su contra, le quitaron el cargo y la limitaron en sus facultades.
“Yo me entero por redes sociales que ya están haciendo uso de ese recurso y me preocupa que usaran mi firma o alguna cuestión por el estilo, por lo que me deslindo de lo que estén haciendo”, aclara.