El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdez, denunció la gran amenaza de contaminación que representa para la vida animal y humana el fentanilo en aguas residuales que van a dar a los océanos de México.
En su programa “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, aseguró que este problema se da porque no se combate al crimen organizado, por los laboratorios clandestinos y porque el fentanilo que se utiliza para medicinas tiene un manejo inadecuado.
Falta de recursos para investigar la problemática
Además, abundó, tiene que ver con la falta de un tratamiento de agua residual eficiente, la disminución presupuestal a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y por no asignar recursos para investigación.
El diputado del PRI dijo que los residuos de la producción ilegal y el mal manejo de los desechos del fentanilo que se usa para la industria farmacéutica, ante la falta de un buen proceso del agua residual, terminan en el océano y pone en peligro la vida marina y humana.
Al respecto, el ambientalista Ignacio Loera comentó que la Universidad de Texas A&M, en colaboración con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, realizaron algunos estudios en delfines nariz de botella en el Golfo de México, donde se encontró que estaban contaminados con fentanilo.
Esto pasa porque se carece de tratamientos de agua adecuados, aunado a la disminución presupuestal en los últimos seis años, aunado a que para 2025, se le restará 42 por ciento a la Conagua, expuso.
Refirió que en Estados Unidos recientemente encontraron, en el norte del Golfo de México, 18 delfines contaminados con fentanilo líquido y más seis murieron por esra causa.
Loera comentó que en las muestras se encontraron otros medicamentos en el organismo de los delfines como el carisoprodol, un relajante muscular utilizado para controlar el dolor; o el meprobamato, un tranquilizante recetado para tratar la ansiedad.
Lo preocupante, dijo, es que al encontrar este opioide o fármacos en delfines, lo más probable es que comieron peces u otros alimentos contaminados, lo que podría suceder en el consumo humano de pescado y camarones.
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