México amaneció este martes 28 de octubre en medio de un colapso vial generalizado, resultado del paro nacional convocado por miles de productores del campo. Lejos de ser un bloqueo caprichoso, la movilización, que ya se extiende por lo menos a 17 entidades, es la respuesta unificada de un sector que se siente ignorado y económicamente asfixiado.
La jornada de protesta está encabezada por organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) y el Movimiento Agrícola Campesino (MAC), quienes exigen una negociación real y no las simulaciones que, acusan, recibieron el día de ayer.
El diálogo roto: La cifra del “insulto”
La protesta escaló ayer, lunes 27 de octubre, tras una reunión fallida en la Secretaría de Gobernación (Segob) que los productores calificaron de “burla”. El corazón del conflicto es el precio de garantía del maíz blanco.
Los agricultores llegaron a la mesa de diálogo con una demanda clara, basada en el incremento real de sus costos de producción (diésel, fertilizantes e insumos): exigen un precio mínimo de 7 mil 200 pesos por tonelada para poder sobrevivir.
La respuesta de la Secretaría de Agricultura (Sader) fue ofrecer 6 mil 50 pesos por tonelada.
Esta cifra fue rechazada de inmediato. Los líderes campesinos argumentan que ese monto no solo es insuficiente, sino que ni siquiera cubre los gastos de producción, condenándolos a trabajar para perder. Es una oferta que ignora la realidad económica del campo y busca sofocar la protesta sin resolver el problema de fondo: la falta de rentabilidad para quien produce los alimentos de México.
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Mapa del colapso: Los 17 estados afectados
En respuesta al fracaso del diálogo, los agricultores intensificaron las protestas hoy, utilizando sus propios tractores y maquinaria pesada para cerrar puntos estratégicos. La Guardia Nacional Carreteras y autoridades locales reportan un caos logístico que ha dejado varados a miles de transportistas y vehículos particulares.
Aunque la lista completa es extensa y los bloqueos son intermitentes, las afectaciones más graves se concentran en:
- Jalisco: Considerado el epicentro de la protesta, con bloqueos severos en la autopista México-Guadalajara (caseta de Ocotlán), la carretera a Nogales (zona del Technology Park), la carretera Guadalajara-Colima y la vía a Atotonilco.
- Guanajuato: El estado presenta una parálisis casi total en el corredor industrial. Hay cierres en la carretera Querétaro-San Luis Potosí, y en múltiples puntos de Irapuato, Salamanca y Silao (afectando el acceso al Puerto Interior).
- Michoacán: Los cierres se centran en las casetas de cobro de Panindícuaro y Zinapécuaro, sobre la estratégica carretera Maravatío-Zapotlanejo.
- Guerrero: Reporta un cierre total de la carretera federal Iguala-Taxco, a la altura del Puente Campuzano.
- Morelos: Manifestantes tomaron la autopista Siglo XXI, en la zona de Amilcingo.
- Otros estados: La protesta se replica con bloqueos en casetas de cobro y carreteras federales de Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Baja California (Mexicali), Sonora, Zacatecas, Colima, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México, entre otros.
“No nos vamos a mover”: La exigencia es justicia
La postura del paro nacional es firme. Los voceros de la UNTA y el MAC han declarado a diversos medios que no retirarán los tractores de las carreteras hasta que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo atienda personalmente sus demandas y se ofrezca una solución real.
No piden regalos, piden lo justo: un precio que les permita vivir dignamente de la tierra que trabajan y de los alimentos que proveen a todo el país. La advertencia es clara: si el gobierno federal mantiene su “insulto” de 6 mil 50, este paro nacional continuará de forma indefinida, sin importar el costo político o logístico.
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