Ciudad de México, 22 may. (AMEXI).- Para atender el trastorno del espectro autista (TEA), alteración neurológica determinada genéticamente, heredable y cuyo factor de riesgo es la edad paterna avanzada, existen investigaciones innovadoras que buscan fortalecer a la comunidad dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas que lo poseen.
Especialistas del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) de la Secretaría de Salud ofrecieron la perspectiva de este trastorno presente en familiares de primer grado, conforme a escala de reciprocidad social que interpreta habilidades sociales, comunicativas y comportamientos inusuales de niñas y niños.
En la 2 Jornada Nacional del TEA, de la Clínica a la Medicina de Precisión, que busca fomentar el entendimiento, la inclusión y el respeto a personas con este trastorno, especialistas del Laboratorio Genómica de Enfermedades Psiquiátricas y Neurodegenerativas del Inmegen analizaron el origen genético de la afección.
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De acuerdo con un comunicado de la dependencia federal, en el Inmegen y otras instituciones en el mundo se realizan investigaciones para tener pruebas de diagnóstico molecular de este trastorno.
Se busca diseñar tratamientos precisos
Estas pruebas servirán para “que nos orienten mejor en el diseño de tratamientos personalizados mediante medicina de precisión. Juntos podemos avanzar hacia una sociedad más inclusiva y comprensiva para todas las personas, independientemente de su neurodiversidad”.
Determinaron que un factor de riesgo para que una persona presente TEA es la edad paterna avanzada, aunado a que los genes del autismo también están presentes en diversas patologías.
Indicaron que 30 por ciento de las personas con este trastorno presenta comorbilidades como epilepsia, migraña y eventos vasculares.
Especialistas en paidosiquiatría del Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, explicaron que el TEA es un desorden neurológico asociado con factores genéticos y medio ambiente, cuya manifestación clínica es variable, caracterizado por movimientos estereotipados y alteraciones sensoriales.
Precisaron que los ejes del TEA son alteraciones en la comunicación sensorial, flexibilidad de imaginación y déficit social,.
Además de comorbilidades como enfermedades genéticas, inmunoalérgicas, oftalmológicas, trastornos motores, activos, de comportamiento y del aprendizaje.
Los investigadores del Laboratorio Genómica de Enfermedades Psiquiátricas y Neurodegenerativas del Inmegen destacaron que el trabajo de las y los especialistas en genética es fundamental para establecer el diagnóstico y brindar tratamiento.