En vísperas del Día Mundial de la Diabetes, el 14 de noviembre próximo, la Federación Internacional de Diabetes destacó que en México hay más diabéticos que en muchos países del mundo, ya que afecta a1 de cada 6 adultos, muy superior a la media mundial de 1 de cada 11 adultos.
Impulsada por la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, la diabetes mellitus tipo 2 aumenta a nivel global, lo que evidencia la urgente necesidad de replantear los tratamientos tradicionales y a considerar opciones con evidencia de remisión sostenida.
Los estudios epidemiológicos advierten que fumar hasta 10 cigarrillos al día incrementa hasta en 40% la probabilidad de desarrollar diabetes, mientras que más de 20 cigarrillos elevan el riesgo a 90%. Por su parte, el sedentarismo y la alimentación alta en productos ultra procesados agravan la resistencia a la insulina y favorecen la acumulación de grasa visceral.
Vinculada con otra epidemia: la obesidad
La enfermedad se ha convertido en una de las mayores amenazas silenciosas para la salud pública del siglo XXI con una prevalencia global que se duplicó en los últimos 30 años, según un estudio publicado en Science China Life Sciences.
El crecimiento de esta enfermedad está vinculada con otra epidemia: la obesidad. Cerca del 80% de las personas diabéticas presentan exceso de peso, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Las personas que viven con diabetes tipo 2 continúan enfrentando un deterioro progresivo en su calidad de vida. Esta enfermedad no solo implica un control permanente de la glucosa y el uso constante de medicamentos, sino también un riesgo elevado de desarrollar complicaciones cardiovasculares, daño renal, neuropatías y pérdida de la visión”, explica el cirujano bariátrico y metabólico José Antonio Castañeda.
El cuadro clínico se vuelve más complejo.
La diabetes es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad prematura en el mundo, de acuerdo con la OMS. Cuando se combina con la obesidad, el cuadro clínico se vuelve aún más complejo, ya que “aumentan las comorbilidades, la resistencia a la insulina y la dificultad para alcanzar un control metabólico estable”, señala el especialista.
Los tratamientos farmacológicos tradicionales, aunque fundamentales, no siempre logran frenar la progresión de la enfermedad ni evitar sus complicaciones más severas. Esto hace necesario evaluar abordajes médicos que logren un mejor control metabólico y reduzcan la progresión de la enfermedad.
Un seguimiento clínico con más de una década de observación demostró que la cirugía metabólica, como bypass gástrico y manga gástrica, logra mayores tasas de remisión de T2D con menor uso de fármacos, en comparación con el tratamiento médico intensivo.
Hallazgos similares fueron reportados en el estudio STAMPEDE (New England Journal of Medicine), con remisión en más de la mitad de los pacientes operados a cinco años. “La cirugía metabólica no solo controla la glucosa; puede revertir el curso de la enfermedad en muchos casos. Esto representa una diferencia sustancial frente a terapias que solo la mantienen a raya”, afirma Castañeda.
La transposición ileal.
Según la Asociación Americana de Diabetes, la cirugía metabólica debe considerarse una herramienta terapéutica de primera línea en personas con obesidad y T2D, y puede ser una alternativa en casos seleccionados. La evidencia clínica respalda que intervenir quirúrgica de forma temprana evitaría complicaciones cardiovasculares, renales y visuales, además de reducir significativamente los costos en salud pública a largo plazo.
Los especialistas señalan que además de las cirugías bariátricas tradicionales, existe una técnica quirúrgica que no se enfoca únicamente en la pérdida de peso, sino en modificar directamente el metabolismo de la enfermedad: la transposición ileal.

Esta intervención consiste en reubicar un segmento de íleon para estimular la producción de incretinas –hormonas intestinales que mejoran la sensibilidad a la insulina–, logrando normalización rápida de glucosa en pacientes cuidadosamente seleccionados.
Los estudios prospectivos en Brasil y Europa demuestran que la transposición ileal es efectiva incluso en personas sin obesidad severa, lo cual amplía las posibilidades terapéuticas en personas diabéticas.
En México, el Dr. José Antonio Castañeda, el único cirujano en el país que realiza este procedimiento altamente especializado, indica que se trata la única opción quirúrgica desarrollada específicamente para la diabetes, con la cual se busca “activar mecanismos hormonales que «apagan» la hiperglucemia crónica. Los resultados que vemos en pacientes bien seleccionados son contundentes”.
El especialista subraya la necesidad de ampliar el acceso a tratamientos eficaces, incluyendo la cirugía metabólica, como parte de un abordaje integral y no solo paliativo.







