Ciudad de México, 18 ago. (AMEXI).- ¿Los showroom o salas de exposición virtuales sólo son para videojuegos? Aunque así inició su utilización el avance de la tecnología ha permitido que estos espacios se usen también con finalidades comerciales y no sólo para el entretenimiento.
Se espera que la realidad aumentada tenga un crecimiento notable y aumento de más del 700% en su uso dentro de las empresas para 2024, de acuerdo con la firma de información estadística Statista.
Elena González, de ESDESIGN, que pertenece a Planeta Formación y Universidades, explica que un showroom virtual es un espacio en el que las empresas simulan un entorno físico e incorporan réplicas en 3D de sus productos.
Los clientes tienen la posibilidad de ver el producto en cuestión desde todos los ángulos, acercarse y alejarse de la sala de exposición e incluso ver animaciones en 3D. El concepto se asemeja al de las pop-up stores, pero en vez de ser físicas, son virtuales. En México se han hecho esfuerzos por integrar estas herramientas en diferentes mercados de manera gradual.
En 2015, el mexicano Diego Torres, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), crea ispolo Visual Case, un visor de Realidad Virtual que permite a sus usuarios experimentar nuevas formas de vivir un videojuego o simuladores de montañas rusas.
Un año después, 2016, Forbes destaca el trabajo de Manuel Gutiérrez, socio fundador de InmersiON-VRelia, una empresa tecnológica de origen mexicano.
Esta incursiona y perfecciona en su momento el uso de la VR y la AR. Conforme pasaron los años, algunas empresas comenzaron a ofrecer entre el público mexicano experiencias inmersivas vinculadas a la VR y la AR como el Showroom Arcade o el Festival Internacional Inmersiva.
Cuando se emplea la realidad virtual, se hace uso de auriculares o gafas inteligentes, lo que permite experimentar de modo inmersivo. Con las gafas virtuales y el diseño de estos espacios, se puede crear una experiencia de compra única sin tener que moverse de casa, afirma González en un comunicado.
Con estas herramientas es posible la realización de visitas virtuales a casas en venta, y también los comercios pueden crear copias exactas de sus tiendas y registrar pedidos para envío; las empresas pueden crear productos digitalmente para que los clientes puedan interactuar con ellos y manuales de usuario interactivos para dar asistencia en tiempo real. Es posible realizar consultas diversas y reproducir las experiencias individuales.
Sirve para conectar emocionalmente con los usuarios, se pueden usar para mostrar cómo se elabora un producto o compartir lo que hay detrás de su desarrollo y también realizar estudio de mercado y de comportamiento de clientes y los departamentos de marketing pueden adaptar sus mensajes para captar la atención del usuario.
Además pueden hacer recomendaciones personalizadas para ofrecer sugerencias al usuario en base, por ejemplo, a los productos que ha visto el cliente. Estos datos se recogen gracias a los dispositivos de seguimiento ocular y al software que se utiliza.
En sectores como la educación, el turismo o la manufactura su uso está proliferando y la tendencia indica que cada vez más empresas están integrando esta tecnología en sus operaciones.
“Un showroom virtual es una herramienta imprescindible para todas aquellas marcas que deseen la mejor experiencia a sus clientes. Es inmersiva, práctica y emocionante; aumenta la satisfacción y mejora la fidelidad a la marca o la industria”, señalan.







