El cáncer cervicouterino es una de las principales causas de muerte en mujeres en México y el mundo, después de las enfermedades del corazón y la diabetes. Cada año se diagnostican cerca de 13 mil nuevos casos, la mayoría en etapas avanzadas. Más de 4 mil mujeres fallecen debido a esta enfermedad. Por ello, el sector salud insiste en la prevención de factores de riesgo.
El Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino se conmemora cada 26 de marzo. Se estima que 660 mil mujeres padecen este cáncer en el mundo y que, en 2022, más de 350 mil fallecieron. Esta enfermedad es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en mujeres y la principal causa de muerte oncológica.
El cáncer cervicouterino, también conocido como cáncer de la matriz, se produce por el crecimiento anormal de células en el cuello uterino. La especialista Tania Juárez Aboytes, encargada del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General “Fernando Quiroz Gutiérrez”, del ISSSTE, destacó la importancia de acudir al médico ante cualquier síntoma.
26 de marzo I Día Mundial de la Prevención del #CáncerUterino 🩺
Este tipo de cáncer se origina en las células del cuello uterino y generalmente se desarrolla de forma lenta. Comienza con cambios anormales en las células, conocidos como displasia cervical. Si no se detecta y… pic.twitter.com/PhbUHKLqL5
— SALUD México (@SSalud_mx) March 27, 2025
Síntomas de alerta
Entre los principales síntomas están: sangrado inusual entre periodos, después de la menopausia o tras relaciones sexuales; flujo vaginal abundante o con olor extraño; dolor persistente en la espalda, piernas o pelvis; pérdida de peso y apetito; además de cansancio, molestias vaginales o hinchazón en las piernas.
“El cáncer de cuello uterino puede curarse si se detecta y trata a tiempo. Un paso fundamental es reconocer los síntomas y acudir al médico. (…) La detección temprana y un tratamiento oportuno pueden salvar vidas”, aseguró la especialista.
Por su parte, la doctora Silvia Fabiola Estrada Rivera, coordinadora de Ginecología Oncológica del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), subrayó que la vacuna contra el VPH es una de las herramientas más efectivas. Su aplicación en niñas y niños reduce hasta en 80% la incidencia de esta neoplasia. Además, los varones pueden ser portadores y también desarrollar cánceres asociados al VPH.

Principales factores de riesgo
El 95% de los casos de este cáncer está asociado al Virus del Papiloma Humano (VPH), un grupo de virus de transmisión sexual. Aunque la mayoría de las infecciones desaparecen solas, algunas persisten y provocan lesiones precancerosas.
Especialistas de la UNAM identificaron factores de riesgo como: inicio de vida sexual antes de los 18 años, múltiples parejas sexuales, infección por VPH o VIH, clamidia, sistema inmunológico debilitado y uso prolongado de anticonceptivos orales.
Otros riesgos incluyen: embarazo antes de los 20 años, más de tres embarazos a término, obesidad, sedentarismo, tabaquismo y consumo de alcohol. También influyen la mala alimentación y los antecedentes familiares con este tipo de cáncer.
Cómo se detecta el cáncer cervicouterino
Para su detección, se utilizan estudios como la Prueba de Papanicolaou, que analiza células del cuello uterino, y la Prueba del VPH, que detecta la presencia del virus. También se puede realizar un examen conjunto de ambas pruebas o una Tomografía Axial Computarizada (TAC) para evaluar la extensión del tumor.
Lee: El cáncer involucra a más de 100 enfermedades; el de mama, el más común
Prevención contra el cáncer cervicouterino
La mejor prevención es la vacuna contra el VPH y las pruebas de detección periódicas. Se recomienda su aplicación en preadolescentes de 9 a 12 años, aunque también es efectiva hasta los 26 años.
Otras medidas preventivas incluyen: prácticas sexuales seguras, evitar el tabaco y el alcohol, mantener una dieta equilibrada, protegerse del sol y realizar actividad física con regularidad.







