El Virus de la Hepatitis C (VHC) es un problema de salud pública. Más de 170 millones de personas lo portan en el mundo y 75% de ellas no lo sabe.
Su prevalencia global total se estima en 2.5%, mientras que en México es de 1.4%, y hasta 600 mil personas no saben que lo tienen.
México ocupa el cuarto lugar en el mundo en mortalidad por cirrosis por el VHC. La Hepatitis C es curable si se detecta a tiempo.
En el marco del Día Mundial Contra la Hepatitis que se conmemora el 28 de julio, especialistas e integrantes de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa) advirtieron la necesidad de eliminar esta enfermedad.
Hace 10 años que llegaron a México los tratamientos de última generación para la cura definitiva del VHC, como una herramienta que ayudaría a la eliminación, ante lo cual, las Organizaciones de la Sociedad Civil colaboran con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA y Hepatitis (Censida) para alcanzar esta meta.
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Se detecta hasta que hay complicaciones
La doctora Nayelli Flores García, gastroenteróloga y vicepresidenta del Comité Científico de Fundhepa, afirmó que “nuestro hígado es tan necesario, como complejo, al grado que lo conocemos como el laboratorio de nuestro cuerpo”.
Ayuda a depurar y eliminar sustancias tóxicas tanto de alimentos como de medicamentos, además de funcionar como el principal reservorio de vitaminas. “La hepatitis C es una enfermedad silenciosa, cuyos síntomas suelen no manifestarse durante décadas”.
La enfermedad se detecta hasta que surge una complicación grave, como la cirrosis hepática y el cáncer de hígado; por ello, se recomienda acudir a realizarse una prueba si se sospecha tener la enfermedad, o en casos de transfusión sanguínea antes del año 1994, para curar a tiempo y prevenir.
El VHC se puede curar en unas semanas
Juan Luis Mosqueda Gómez, director general del Censida, aseguró que “como parte del Programa Nacional de la Hepatitis C, actualmente es posible acceder a la prueba de VHC, además del acceso a tratamientos seguros y gratuitos.
Estos tratamientos curan la infección de hepatitis C en tan solo unas semanas y previenen las complicaciones, por lo que “es fundamental que se acerquen a Censida para mayor información”, aseguró.
La Fundación Mexicana para la Salud Hepática ofrece acompañamiento a personas interesadas en conocer su diagnóstico que, en caso de ser positivo, reciben asesoría para obtener su tratamiento y prevenir complicaciones de salud.
Si no se detecta las personas mueren por cirrosis y cáncer
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 al menos 304 millones de personas vivían con hepatitis B y C crónicas y se registraron 1.3 millones de personas fallecidas por esta infección, sobre todo por cirrosis y carcinoma hepatocelular (cáncer primario de hígado).
La hepatitis C se transmite por contacto con sangre contaminada, prácticas sexuales sin condón, compartir agujas, equipo o dispositivos para el consumo de sustancias psicoactivas, transfusiones sanguíneas o trasplantes realizados antes de 1994, así como por aplicación de tatuajes o perforaciones con materiales no esterilizados, entre otros.
“Aun cuando no se presenten síntomas, la hepatitis C sin tratamiento puede provocar cirrosis o cáncer de hígado, por lo que se invita a la población a realizarse la prueba rápida para detectarla”, finalizó el doctor Juan Luis Mosqueda Gómez.
Síntomas de la hepatitis C aguda
- Fiebre
- Cansancio/Fatiga
- Pérdida del apetito
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal
- Orina oscura
- Heces de color arcilla
- Dolor en las articulaciones
- Ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos)
Síntomas de la hepatitis C crónica
En etapas avanzadas, la infección crónica puede no presentar síntomas hasta que se desarrolla cirrosis.
- Fatiga
- Depresión
- Dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen
- Hinchazón abdominal
- Heces de color arcilla o pálidas
- Orina turbia
- Picazón
- Ictericia
- Pérdida de apetito
- Náuseas y vómitos







