El líder de los diputados de Morena, Ricardo Monreal Ávila, señaló que la iniciativa presidencial para establecer la semana laboral de 40 horas podría llegar a la Cámara de Diputados antes del 15 de diciembre.
“Es una decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum; fue un compromiso de campaña y estoy seguro de que va a cumplirlo, y nosotros vamos a ayudarle a cumplirlo”, subrayó en entrevista.
Aplicación gradual de la semana laboral de 40 horas
El político zacatecano detalló que la titular del Ejecutivo propuso establecer la semana de 40 horas de manera gradual para llegar al objetivo antes de que concluya su sexenio.
“Estamos en la disposición de acompañarla en este proceso legislativo de establecer en la ley y en la Constitución las semanas de 40 horas”, aseveró.
En entrevista, el legislador comentó que está enterado de que la presidenta le encargó el documento de la iniciativa al secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños López. Y aclaró: “no sé si ya lo concluyó”.
Consenso con sectores económicos
Monreal Ávila recordó que, por encargo de la presidenta, el secretario “estaba conversando con los sectores económicos, con las cámaras y los grupos empresariales, para caminar de manera consensuada en la propuesta, y me parece muy atinado que se haga así”.
Por último, llamó a no desesperarse: “Yo desearía que, antes de que cierre el periodo de sesiones, que estamos pensando en cerrar entre el 11 y 12 de diciembre, pueda darse esta iniciativa”.
El anhelo social de la semana de 40 horas
La reducción de la jornada laboral a 40 horas es una demanda histórica de los sindicatos en México, que desde hace décadas han señalado la necesidad de homologar las condiciones con estándares internacionales. En países de América Latina, como Chile y Ecuador, así como en varias naciones europeas, se han impulsado reformas similares que buscan equilibrar la productividad con el derecho al descanso y a la vida familiar. La propuesta mexicana debiera inscribirse en esa tendencia global de replantear el tiempo de trabajo frente a los retos de salud, bienestar y competitividad.
Además, la discusión sobre la jornada laboral se conecta con otros debates en curso, como el aumento al salario mínimo y la regulación del teletrabajo. Para las organizaciones sindicales, la reducción de horas no debe implicar pérdida de derechos adquiridos ni flexibilización que afecte la estabilidad laboral. Por ello, la construcción de consensos con empresarios y cámaras podría resultar clave para que la iniciativa pudiera avanzar sin las lógicas resistencias del empresariado y de legisladores decididos a frenar su aprobación en el Congreso.






