Ciudad de México, 6 ag. (AMEXI).- La incontinencia urinaria (IU) presenta a escala mundial una prevalencia del orden de 55%, lo que significa que más de la mitad de la población la padece, mientras que en México la mayoría de los casos se presenta en mujeres mayores de 40, según datos del Consejo Nacional para la Población (Conapo).
Un estudio publicado por especialistas en la Revista Mexicana de Urología indica que la IU es la salida involuntaria de orina y está asociada con el declive funcional y la fragilidad que puede ser efecto de enfermedades que incluso podrían ocasionar la muerte.
El estudio advierte que es un síntoma que puede aparecer en distintas patologías, afectar a todos los grupos de edad y a ambos sexos. En México, estudios específicos reportan una prevalencia de entre 13.6% y 48%.
La IU afecta más a las mujeres y se asocia con edad avanzada, enuresis nocturna, enfermedades crónico-degenerativas, obesidad, alteraciones cognitivas, disminución de la concentración de estrógenos, fármacos, multiparidad y actividad física de alto impacto.
Tipos de IU
Hay IU de esfuerzo, urgencia, rebosamiento, funcional y mixta. Afecta de manera importante la calidad de vida, con elevados costos directos e indirectos en materia de salud.
A pesar de su impacto, se le presta poca importancia, señala Atziri Ramírez Negrin, del departamento de Ginecología, en el área de Urología Ginecológica y Rehabilitación del Piso Pélvico del Hospital General Doctor Manuel Gea González de la Secretaría de Salud.
Expresa que el primer síntoma es cuando se humedece la ropa. En la variante relacionada con el esfuerzo ocurre al toser, reír, caminar, correr o hacer ejercicio, y también aparece durante o después del embarazo.
En la incontinencia de urgencia, que se registra en la postmenopausia, la paciente siente un deseo incontrolable de ir al baño.
El tercer tipo es la combinación de ambas patologías.
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Factores de riesgo
Ramírez Negrin refiere que el padecimiento aumenta con la edad, y puede ser reversible en muchos de los casos con ejercicios focalizados, manteniendo un peso correcto, absteniéndose de fumar o de cargar objetos pesados o de consumir líquidos en un lapso determinado; también evitando refrescos, café y té.
“Es necesario orinar cada dos a tres horas y no aguantarse, porque se propicia que el músculo de la vejiga se extienda”, mencionó.
“Al aguantarse nos encontramos con vejigas que toleran más de medio litro y a veces hasta un litro de líquido y en un futuro la vejiga no se va a contraer adecuadamente.”
Hay ejercicios “como apretar y relajar la vagina estando sentada, parada o realizando alguna actividad”, para quienes padecen una debilidad del piso pélvico.
También existe tratamiento médico, cirugía, electroestimulación y rehabilitación de piso pélvico, dependiendo del problema.
Deportista de alto impacto
Estudios recientes señalan que la incontinencia urinaria afecta significativamente a atletas de alto rendimiento que practican deportes de alto impacto.
Entre 28% y 45% de atletas femeninas que practican gimnasia, atletismo o voleibol. En hombres, 10% de quienes levantan pesas o corren.
Esto se debe a que la actividad física en atletas de alto rendimiento produce importantes cambios fisiológicos en el cuerpo, como el incremento de la resistencia cardiovascular, la regulación del peso y el fortalecimiento de los músculos.
También pueden impactar el suelo pélvico por la presión constante en músculos y otros tejidos, que forman una especie de protección a través de la pelvis durante entrenamientos intensos.
A nivel psicológico, “muchos atletas sienten vergüenza o miedo de tener algún escape de orina, lo que puede llevarlos a una disminución del rendimiento deportivo e incluso a la retirada de competencias y de su carrera deportiva”, señaló la empresa sueca TENA, líder en higiene y salud.
“Derribar barreras con información y soluciones adaptadas a tu estilo de vida es crucial. La incontinencia urinaria no debe ser obstáculo para alcanzar tus objetivos deportivos”, anotó Ximena Montes, gerente de marca de TENA