Las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos del Senado de la República aprobaron las leyes secundarias en materia energética propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum y enviaron el dictamen a la Mesa Directiva para ponerlo a consideración del pleno senatorial.
Se trata de las legislaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de Planeación y Transición Energética, del Sector Eléctrico, de la de Hidrocarburos y de la Comisión Nacional de Energía.
Las leyes secundarias en materia energética buscan fortalecer a Pemex y la CFE, dar orden y certeza a los agentes privados, aumentar las capacidades de seguimiento de los participantes y mejorar la regulación desde un enfoque técnico.
Además, se armonizan otras cinco leyes, al establecer las bases para un sector energético fuerte, confiable y sustentable, centrado en la soberanía nacional y la justicia social.
Leyes revierten reforma de 2013
Estas reformas, propuestas por Claudia Sheinbaum y aprobadas en comisiones del Senado, revierte la reforma de 2013, cuando se buscó privatizar a Pemex y la CFE; estas modificaciones secundarias permitirán retomar la planeación estatal con instrumentos vinculantes a mediano y largo plazo.
Por primera vez se reconoce la justicia energética para reducir desigualdades en el acceso y uso de la energía, priorizando a las poblaciones más vulnerables.
Las leyes secundarias devuelve a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad al pueblo de México como empresas públicas, con criterios de eficiencia, transparencia y austeridad, determina que las actividades que realicen no serán consideradas monopólicas, pues cumplen una función social.
Lee: Sheinbaum firma leyes secundarias para regresar a Pemex y CFE al pueblo
Apoyo al sector eléctrico
En el caso del sector eléctrico, la reforma define el concepto de prevalencia, con lo cual CFE mantendrá, al menos, 54 % del promedio anual de la energía inyectada a la red.
Además, acata el compromiso de no incrementar las tarifas por encima de la inflación, define las áreas de participación para la iniciativa privada con orden y transparencia, y mantiene el mercado eléctrico, lo cual garantiza la confiabilidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional.
En el sector hidrocarburos, Pemex determinará las áreas de exploración y extracción, además de que podrá asociarse con privados en contratos mixtos; asimismo, introduce el Derecho Petrolero para el Bienestar, un nuevo régimen fiscal simplificado para la paraestatal.
De igual forma, rescata la industria petroquímica nacional, mejora la trazabilidad de los hidrocarburos y establecen esquemas de inversión mixta para compartir riesgos y beneficios.
Crea la Comisión Nacional de Energía (CNE), que sustituye a las comisiones Reguladora de Energía y Nacional de Hidrocarburos, al tiempo que fortalece la planeación, regulación, supervisión y conducción de la política energética desde la Secretaría de Energía.
Bancadas fijan postura
La morenista Laura Itzel Castillo, presidenta de la Comisión de Energía, defendió estas modificaciones, al señalar que el asunto es trascendental para nuestra nación.
Por ello la Cuarta Transformación puso en marcha una política de rescate de Pemex y la CFE, a fin de recuperar la potestad del Estado sobre el petróleo y la electricidad.
El coordinador de los senadores emanados del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, señaló que con la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, como se establece en estas leyes, se viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Anaya Cortés dijo que teníamos dos reguladores independientes, pero Morena las elimina, otra vez, por su adicción por el control de los dos reguladores independientes y crean un nuevo órgano, que está complemente controlado por la Secretaría de Energía.
No se cancela inversión privada
Claudia Anaya, del grupo legislativo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que estos cambios prevalece el “corazón” de la reforma energética de 2013, que impulsó el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Reclamó que no se cancela la inversión privada, pero cambia el modelo de negocios; aunque no perjudica al empresario, “yo les podría ahora decir a ustedes: entreguistas, vendepatrias, porque amplían la ganancia para el inversor privado”.
Anaya Mota explicó que anteriormente si se quería invertir en Pemex, se pagaba por lo menos un 50 % de impuesto, ahora se bajan al 30 y a un 12 % si es para el gas, al insistir que el modelo de negocios cambia, pero para beneficiar a los empresarios.
En su oportunidad el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, afirmó que estas leyes no brindan garantías para evitar la corrupción, fortalecer la transparencia y acabar con la impunidad, principalmente en Pemex.
Externó que regular la industria energética es necesario, pero no a costa de hipotecar el futuro de los mexicanos, y subrayó que México merece un sistema energético bien diseñado, económicamente competitivo, capaz de proveer la demanda eléctrica necesaria.
“Sí, pero a través de energías limpias, baratas, accesibles para las y los mexicanos, con transparencias, rendición de cuentas y mecanismos anticorrupción”, abundó Castañeda Hoeflich.







