En medio de un mundo que avanza a ritmo vertiginoso, donde las culturas tienden a homogeneizarse y la memoria colectiva se desvanece, los pueblos indígenas se alzan como una presencia silenciosa pero firme, aseguró la editorial Desde La Fe.
En el texto, la iglesia católica asegura que los pueblos indígenas son custodios de lenguas, ritos, símbolos y saberes ancestrales.
Estas comunidades encarnan una forma de vida que no pertenece únicamente al pasado: es fuente de sabiduría para el presente y guía para el porvenir.
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Pueblos indígenas ha resistido con dignidad
Recordó que, a pesar de haber sido históricamente marginados, despojados y excluidos, los pueblos originarios han resistido con dignidad.
“Han enfrentado el abuso de quienes han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Sin embargo, siguen siendo guardianes de principios esenciales: el respeto por la naturaleza, la centralidad de la familia y la comunidad, la gratitud por los dones recibidos y la conciencia de que la vida es un regalo que se cuida en cada etapa”, afirmó la editorial.
En este sentido, la iglesia católica también refirió que es necesario reconocer que el valor de los pueblos indígenas implica mucho más que admirar su folclore o preservar sus artesanías.
“Significa abrir espacios reales para que su voz tenga peso en las decisiones que afectan sus territorios, su medio ambiente y su forma de vivir.
”Ellos nos recuerdan que el progreso no puede medirse únicamente en cifras económicas, sino en la capacidad de vivir en equilibrio y en paz con lo que nos rodea”.
Detalló que se deben valorar a los pueblos indígenas, reconocer que la historia humana es plural, y que su belleza está en la diversidad.
Es asumir que sin ellos y sin su aporte comunitario, el mundo pierde un pilar fundamental de su identidad.
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Visita del Papa Francisco a Chiapas en 2016
En el editorial de Desde la Fe también se recuerda que durante la visita a Chiapas en 2016, del Papa Francisco, el pontífice expresó con fuerza este llamado a la conciencia colectiva.
“¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, ¡perdón, hermanos! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”.
En esa misma homilía, el Papa subrayó que “en el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz”.
Detalló que, en tiempos de crisis ambiental y social, estas comunidades no son una nota al pie en los libros de historia: son protagonistas de un modo de vivir que puede ayudarnos a sanar heridas profundas y recuperar la armonía con la creación.
Escucharlos no es un gesto de cortesía: es un acto de justicia y de responsabilidad hacia el futuro común.
Esfuerzo por fortalecer la Pastoral de los Pueblos Indígenas
Por último, en el editorial se puntualiza que, desde la Arquidiócesis de México, se emprende un esfuerzo renovado por fortalecer la Pastoral de los Pueblos Indígenas.
“Cuidar de estas comunidades es cuidar de la memoria, de la vida y del alma misma de nuestra humanidad”, finaliza la publicación.