La noche del 14 de marzo, la Luna de Sangre de 2025 se pudo observar en todo América Latina, el Caribe, Norteamérica y parte de Europa y África. A partir de las 00:29 horas, la Luna estuvo completamente bajo la sombra de la Tierra, adoptando un tono rojizo debido a la dispersión de la luz solar en la atmósfera terrestre. Permaneció así hasta las 02:30 horas, cuando la sombra terrestre comenzó a retirarse y el satélite recuperó su brillo.
¡De postal! 🌝 Así lució el #EclipseTotalDeLuna. En Morelia, el @IRyAUNAM fue el punto de encuentro para admirar la #LunaDeSangre, llamada así por el tono rojizo, y aprender más sobre este fenómeno astronómico. ¿Desde dónde lo viste tú?
📸@IRyAUNAM pic.twitter.com/QH6fGm5FBl— UNAM (@UNAM_MX) March 14, 2025
Fases del eclipse lunar
El evento astronómico inició el 13 de marzo a las 21:09 horas, cuando la sombra parcial de la Tierra comenzó a oscurecer la Luna en la fase de penumbra. Cerca de las 23:00 horas, se dio el eclipse parcial, cuando la Luna empezó a cruzar la umbra terrestre y su lado visible quedó sumergido en la oscuridad.
A partir de las 00:29 horas, se alcanzó la fase de eclipse total, dando lugar a la Luna de Sangre de 2025. Posteriormente, a las 02:30 horas, la Luna comenzó a salir de la sombra terrestre, recuperando su brillo paulatinamente hasta las 05:01 horas, cuando concluyó la fase penumbral y finalizó el eclipse lunar.
¿Por qué la Luna se torna roja?
Durante un eclipse lunar total, la Luna atraviesa la sombra de la Tierra, lo que impide que la luz solar directa la ilumine. Sin embargo, la atmósfera terrestre filtra y dispersa la luz del Sol, permitiendo que sólo las longitudes de onda rojas lleguen a la superficie lunar. Este fenómeno óptico, conocido como dispersión de Rayleigh, es el mismo que hace que los atardeceres sean rojizos.
La astrónoma Ilse Plauchu Frayn, de la UNAM, explicó que la tonalidad rojiza varía según la cantidad de polvo y partículas en la atmósfera. Cuando hay mayor contaminación o actividad volcánica, el color de la Luna puede volverse más oscuro y opaco.

¿Afecta la salud observar un eclipse lunar?
El astrónomo René Ortega Minakata, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, desmintó las creencias populares sobre los riesgos de observar un eclipse lunar. Aseguró que, a diferencia de un eclipse solar, no se requiere protección ocular especial. «Los eclipses lunares son completamente seguros, pueden disfrutarse a simple vista y no representan ningún peligro para la salud», afirmó.

Datos físicos de la Luna de Sangre de 2025
El Sol tiene un diámetro 109 veces mayor al de la Tierra, lo que genera dos tipos de sombras: el cono de penumbra y el cono de sombra. La Luna, ubicada a aproximadamente 384,000 km de la Tierra, entra en este cono de sombra, que mide 1,384,584 km de largo y tiene un diámetro de 9,200 km en la distancia lunar. Dado que la Luna mide 3,476 km de diámetro, el eclipse puede durar un tiempo prolongado, dependiendo de su trayectoria dentro de la sombra terrestre.
Desde la superficie lunar, un eclipse penumbral se percibiría como un eclipse parcial de Sol, mientras que un eclipse total ocurriría si la Luna estuviera completamente dentro del cono de sombra terrestre.
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Significados culturales de la Luna de Sangre
La Luna de Sangre ha sido interpretada de diversas maneras a lo largo de la historia. Para los mayas, era un presagio de cambios sociales o eventos naturales importantes. Algunas tribus nativas americanas la asociaban con transformaciones espirituales.
En la Antigüedad, muchas culturas veían estos eclipses como señales funestas, vinculadas a la inestabilidad del universo o la caída de un monarca. La Biblia menciona la «Luna de Sangre» en varios pasajes, relacionándola con eventos apocalípticos.
La próxima Luna de Sangre ocurrirá en marzo de 2026. Otros eclipses lunares importantes serán el 7 de septiembre de 2025, el 3 de marzo de 2026 y el 28 de agosto de 2026.