Ciudad de México, 10 jun. (AMEXI).- México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en un estudio para retrasar el envejecimiento en seres humanos y detectar y detener enfermedades crónico degenerativas que acompañan al proceso de la edad.
De acuerdo con la investigadora Susana Castro Obregón, del Instituto de Fisiología Celular de la máxima casa de estudios, en breve darán a conocer los avances del estudio de retrasar el envejecimiento en roedores comunes como la rata y el ratón, ello luego de estudiar a profundidad que los ratopines -conocido como rata topo lampiña o desnuda- son animales que no presentan signos de envejecimiento debido a su reparación celular.
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Hay grandes avances
«El ratopin es una especie que sólo se da en algunas regiones de África y que afortunadamente hemos logrado que se reproduzcan en nuestro país, lo que nos ha brindado la oportunidad de estudiar porque no entran en un proceso de autofagia o degeneración celular”, dijo la también maestra en Biotecnología y Doctorado en Investigación Biomédica Básica.
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Por el contrario, apuntó, tienen un mecanismo para reparar sus células y no envejecer o desarrollar enfermedades como el cáncer o la neurodegeneración.
La especialista con postdoctorado en Estados Unidos sobre el por qué mueren las neuronas y sobre el proceso de envejecimiento, explicó que está muy cerca de lograr resultados importantes que podrían impactar a la población en el proceso de retardar el envejecimiento.
Asimismo, para detener enfermedades crónico degenerativas que acompañan a la edad como el cáncer, la neurodegeneración y por ende la perdida de memoria.
“En los mamíferos, como, nosotros es interesante descubrir cómo se va degenerando el cuerpo, mientras que en los ratopines retrasan ese proceso por muchos años en comparación con roedores comunes que es de tres años, mientras que la expectativa de vida de los ratopines puede rebasar hasta 40 años de vida», destacó.
Castro Obregón afirmó que, a nivel nacional e internacional, en especial en el Continente Americano, la UNAM y México son los únicos en estudiar a la especie de los topos lampiños o ratopines, que sorprenden con su comportamiento, resistencia y sobre todo, sus procesos de reparación celular, lo que les permite dilatar el envejecimiento.
«Hemos descubierto que a nivel celular los ratopines pueden restaurar o reparar los daños celulares, y ya tenemos que una proteína es la causante de este retraso, proceso que queremos replicar en seres humanos», expuso.
Recordó que la investigación inició con ocho ratopines que fueron donados por un Museo Infantil y de un laboratorio de Estados Unidos: «Hoy tenemos más de 140 individuos y siguen reproduciéndose; de hecho, acaban de nacer dos ratopines más que nos llevan a elevar las espectativas de seguir dando resultados sobre su resistencia», comentó.
Ello ha sido posible, abundó la investigadora, por el gran equipo de trabajo compuesto por estudiantes de carrera, que realizan su doctorado y laboratoristas que todo el tiempo analizan los detalles de conducta, residuos o desechos de los ratopines, procesos alimenticios y de reproducción.
Los ratopines «son animales muy nobles y nunca entran en conflicto; lo único que les puede afectar su desempeño es el estrés», subrayó.
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Aclaró que no se busca la falacia de la perpetuidad sino lograr que con la restauración celular se pueden prevenir las enfermedades asociadas al envejecimiento y llegar a un proceso saludable o retrasar la decadencia celular en humanos; «queremos alcanzar una esperanza de salud que impacte en una esperanza mayor de vida», sostuvo.
Susana Castro agregó que para sostener la investigación se requieren recursos, por lo que hace un llamado a la comunidad científica y a las empresas privadas para que, mediante donativos, se sumen a este trabajo que la humanidad agradecerá con el tiempo.