Oaxaca se ha convertido en un escenario de contrastes donde la riqueza cultural y la belleza natural se enfrentan a la creciente gentrificación. Los oaxaqueños han protagonizado en ultimas fechas protestas y denuncias sobre esta situación, en especial sobre el despojo territorial, la comercialización de las tradiciones y el impacto en la vida cotidiana de las comunidades.
Diversas organizaciones y activista han denunciado fenómenos de invasión y despojo territorial se extienden desde la costa hasta la sierra de Oaxaca: grandes polos turísticos que dominan las playas y desplazan a los habitantes de comunidades costeñas; proyectos inmobiliarios y lujosos resorts a orillas de playa, que colindan con colonias que no tienen agua; avance de mineras transnacionales en explotación desde hace 15 años y otras más que avanzan en proyectos de exploración.
El inicio del corredor interoceánico y el deseo de las grandes maquiladoras, ensambladoras, parques eólicos y solares, mineras y demás industrias para apropiarse de los territorios ubicados a ambos lados de las vías instaladas.
«Si el enemigo vence, ni siquiera los muertos estarán a salvo. Y el enemigo no ha cesado de vencer», sentenció Walter Benjamin.
Esta frase es referencia en esta temporada en que la tradición evoca el contacto, memoria, reconocimiento y recuerdo con cariño de quienes ya no están, frente a la descarnada comercialización, el incremento de ganancias en las temporadas que los empresarios pronuncian: “Oaxaca vive del turismo”.
Sin embargo, las grandes empresas extractivas de energía y minería reportan ganancias. Tan solo del yacimiento ubicado en San José del Progreso, en los Valles Centrales de Oaxaca, la canadiense Fortuna Silver Mines reportó ingresos netos por más de 216 millones de dólares por el saqueo de plata y oro en 2021. Esta situación se ha visto reflejada en el aumento de los precios de las ofrendas para los oaxaqueños.
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El costo real de la ofrenda
En las estimaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en una lista lo más posiblemente elaborada desde algún escritorio de la Ciudad de México, se presentan las siguientes estimaciones:
PROFECO
- Calaveritas de azúcar (medianas): 36 pesos con 55 centavos
- Flores de cempasúchil (ramo chico): 31 pesos con 54 centavos
- Papel picado / bolsa con 30 hojas de 24 x 35 centímetros: 25 pesos
- Veladora / vaso grande / transparente / una pieza: 20 pesos con 73 centavos
- Un kilogramo de sal de mesa: 22 pesos con 10 centavos
- Incienso de copal / negro 100 gramos: 114 pesos
- Incienso / lágrima natural 100 gramos: 17 pesos con 70 centavos
- Sahumerio / negro con esmalte mediano: 55 pesos
- Figura de perro Izcuintle / de barro: 39 pesos con 17 centavos
Bajo esta lista de la PROFECO, el resultado es de 361 pesos con 79 centavos.
Recorrido en mercados de Oaxaca, costos aproximados:
En el mercado de Atzompa
- Jícama, el racimo: 30 pesos
- Pan mediano: 25 pesos
- Manzanita criolla, 20 piezas: 30 pesos
- Ramito de flores silvestres: 15 pesos
- Lima-limón, racimo: 50 pesos
Con estos elementos, 150 pesos.
Central de abastos de Oaxaca
- Plátano, kg: 13 a 20 pesos
- Plátano macho: 17 a 23 pesos
- Plátano de Castilla por manilla (10-11 plátanos): 130 pesos
- Naranja, 25 piezas: 80 pesos
- Nuez (ciento): 100 pesos
- Cacahuate (bolsa): 20 a 40 pesos
- Tejocote (una jícara): 20 pesos
403 pesos en total.
Para ampliar al respecto de los costos de una ofrenda en este 2024, podemos observar que el fenómeno de despojo y apropiación cultural se manifiesta desde “marcas mezcaleras” hasta mueblerías donde uno puede adquirir “Maceteros triquis” por mil 399 pesos, o si lo prefiere, un “Perchero Cañada” en mil 699, o si es del gusto, una “Lámpara Copala” por 3 mil 299 pesos.
Regresando a la conformación de la ofrenda, si el ser querido gustaba de tomar un trago de mezcal y se le agregara un “buen mezcal de marca”, el precio “económico” de la presentación de 750 ml oscila entre los mil 200 a los mil 800 pesos. Así que con este solo elemento en nuestro presupuesto, la figura de Izcuintle incluido en la lista de PROFECO estaría ausente en la ofrenda, entre otras cosas que no pueden ser sufragadas ante un costo desproporcionado.
Tan solo el caso del chocolate en esta temporada demuestra los efectos del mercado en las tradiciones. El cambio climático y el acaparamiento de transnacionales hacen un evidente impacto en la economía local, a lo que se suma un entorno gentrificado en la ciudad de Oaxaca y demás regiones en que es prácticamente imposible encontrar cacao, o si se le encuentra, a un costo que supera de tres a cinco veces el del año anterior. Es decir, una sola molienda, de la cual se extraen tres kg de chocolate, oscila entre los 500 a 750 pesos.
Calendas y comparsas: Desbordamiento y riesgo
Por otra parte, en días finales de octubre de 2024, la concentración de Calendas y Comparsas desborda y colapsa el Centro Histórico de la capital oaxaqueña y vialidades adyacentes. Da igual si es de un sector social, una automotriz o una “megacomparsa”, excediendo las capacidades de las estrechas calles; pueden encontrarse en sentido contrario calendas para el turismo, topándose de frente con el recorrido de pequeños escolares de primaria.
Protección Civil desaparece entre la multitud, mientras la algarabía para el público extranjero crece, aunque no comprenda siquiera lo que está observando frente a sus ojos y los riesgos latentes entre la aglomeración de personas, sin un protocolo ante una emergencia.
Para finalizar, durante los recorridos para compilar el contenido de esta publicación, en una de las tantas calles gentrificadas de la ciudad de Oaxaca, una mujer con las piernas flexionadas en la banqueta, junto a dos de sus hijos, ofrecía a la venta flores silvestres. En ese momento, se les aproxima una pareja de extranjeros y preguntan por el precio de las flores; ella les responde cuál es el costo, y en un masticado español, por respuesta, recibió: “¿Es lo menos?”.
Versión colaborativa para diversos medios que publiquen este contenido.